Breathe

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sábado, 18 de enero de 2014

Capitulo 10





"Me gustas, y me preocupo por ti"


Justin me convenció para que me quedara en su casa y viesemos una película. Esperaba sentada en el sofá mientras que él buscaba una película.  Me quité los zapatos y puse los pies encima del sofá.
Me puse la manta que había traido Justin por encima y esperé a que él terminara. La música del principio empezó a sonar. Justin se sentó a mi lado y yo me puse doblada, de modo que estaba recostada sobre el respaldo del sofá.




Abrí mis ojos con pereza y vi que todo estaba oscuro. La habitación estaba iluminada solo con la luz que entraba debido a las farolas.

Me removí entre las mantas, estaba realmente bien. Verdaderamente necesitaba dormir. Decidí levantarme y me encogí cuando me destapé. Me levanté y caminé a tientas hacia la puerta. La abrí y salí. Estaba descalza, ¿Donde estaban mis zapatos? Me crucé de brazos, para mantener el calor y caminé hacia el salón. Allí estaba Justin, mirando algo en su ordenador portatil y Sammy a su lado.

- Hola - murmuré. Justin me miró y sonrió.

- Hola - echó a Sammy de su lado y Justin me tendió su mano. Me acerqué a él y la cogí. Justin se echó hacia atrás en el sofá y me indicó que me sentara en su regazo y así lo hice. -  Te quedaste dormida al empezar la película.

-Si, lo siento - ignoré el escalofrio que estaba recorriendo mi columna debido a que Justin estaba acariciandome la espalda.

- No importa, ¿Dormiste bien?

-Si, la verdad es que no dormía tan bien desde hacía mucho.

- Es mi cama - él me sonrió de lado.

- Yo creo que es, que no había ruido y estaba muy cansada. ¿Que hora es? - Justin echó su cuerpo hacia delante y me agarró por la cintura, asi que le pasé un brazo por sus hombros.

- Las siete.

- ¿Las siete? Tengo que irme, es tarde - me levanté.

- He hablado con tu hermana, ella sabe que estás aquí, le dije que te ibas a quedar a cenar, y aceptó, aunque a regañadientes - se encogió de hombros.

- Está bien.

- ¿Quieres unas zapatillas? - dijo mirando mis pies.

- Por favor - Justin se levantó y lo seguí hacia su habitación. Encendió la luz y abrió el armario. Me senté en el borde de la cama y Justin sacó unas zapatillas azules. -Gracias - me levanté y me las puse.

- Toma - Justin cogió una sudadera azul oscura y me la dio. La cogí y me la puse. Después lo seguí hacia la cocina. - ¿Que quieres cenar? - dijo mirando la puerta del frigorífico.

- Lo que quieras - me apoyé en la encimera y miré la decoración de la cocina.

- Mmmmm... ¿Que te gusta?

- De todo.

- ¿Comida china? - me miró y asentí.

Después de pedir la comida volvimos al salón. - Sigo esperando a que me digas que te pasó - dije refiriendome al dia que le habían golpeado.

- Te dije que nada importante - se sentó en el sofá.

- Oh vamos, ¿Por qué no tienes confianza conmigo? - me senté a su lado, manteniendo distancia con él para poder mirarlo.

- ¿Por qué iba a tenerla? - él me miró alzando una ceja.

- Yo la tengo contigo.

- Ese es tu problema  - eso dolió.

- Vaya, así que este es el Justin capullo. Ya decía yo que te veía muy perfecto.

- Yo soy perfecto - Justin me miró y sonrió fugazmente.

- En tus sueños. - Justin se acercó a mí y me eché hacia atrás.

- Y en los tuyos - susurró a centímetros de mis labios. Mi corazón bombeaba con fuerza ante su cercanía.

- Más quisie... - sus labios se unieron con los mios interrumpiendo lo que iba a decir y su lengua entró directamente en mi boca. Puse mis brazos alrededor de su cuello y le seguí el beso. Me eché hacia atrás en el sofá trayendo a Justin conmigo, haciendo que se pusiera encima de mí sin aplastarme.

Pasé mis manos por su pelo. Una mano de Justin viajó desde mi muslo y subió mi pierna en su espalda. Justin dejó mi cuello y besó mi mandíbula. Involuntariamente eché mi cabeza hacia atrás para que tuviera mejor acceso a mi cuello. Dejó un beso mojado casi detrás de mi oreja. Y sentí su respiración en mi cuello y después mordió el lóbulo de mi oreja.

El timbre sonó y Justin levantó su cabeza y miró hacia el pequeño pasillo que daba a su puerta. - Que rápidos son - lo dejé ir y se levantó. Me senté en el sofá y sonreí cuando Justin no pudo verme. Sus besos se sentían tan bien...

- ¿¡Por qué no respondes a mis llamadas!? - la voz de una chica sonó alterada.

- Rachel espe... - ella apareció y me miró. Su cara pasó por varias fases : Tristeza, enfado e ira.

- ¿Que hace la suicida aquí? - sus palabras pisaron los cristales rotos de la pared de cristal que mi madre había roto ayer. ¿Justin se lo había contado? ¿Quien era ella?

- ¡Rachel! - Justin sonaba enfadado. - ¿¡Por qué hablas así?! ¿¡Que va mal contigo!? - Rachel se giró para encarar a Justin.

- ¡No puedo creer que estés con ella! ¿En serio? - Justin la arrastró hacia la cocina y cerró la puerta. Lo que no sabía Justin, es que podía escuchar todo.

- ¿Pero que más te da?

- Ella no te merece joder, ¿La has mirado bien? Deberías haber dejado que se tirara.

Decidí ir poniendome mi abrigo y mis zapatos. Fui a la habitación de Justin y me quité las zapatillas dejandolas a un lado. Aún estaban discutiendo. - Rachel, fuera de mi casa, ahora - escuché decir a Justin. Me quité su sudadera y la dejé bien puesta encima de la cama. Cogí mi abrigo y me lo puse. Fui al salón y cogí mi móvil que estaba encima de la mesa.
Respiré hondo, no iba a llorar... O por lo menos lo intentaría.

Me asomé a la cocina para ver a Justin suspirando y pasando una mano por su pelo. - Mmm... Me voy - llamé su atención. Él se giró y me miró frunciendo el ceño.

- No, ¿Por qué?

- Tengo que irme - me dirigí a la puerta pero él me detuvo cuando fui a abrir la puerta.

- Lo siento, no debí de haber dicho nada, yo solo había quedado con ella y le conté por qué llegue tar... - lo interrumpí.

- No tienes que darme explicaciones, fue mi culpa, no debí de haberte echado cuenta.

- ¿Te arrepientes de no haber saltado? - él no podía ver mi rostro, ya que estaba de espaldas a él. Hice un puchero con mi labio inferior y aguanté un sollozo.

- Si - abrí la puerta. - Todos los días - susurré.

- No quiero que pienses eso - cogió mi brazo.

- No quiero tu compasión.

- No es compasión, quedate, no quiero que te vayas.

- Déjame - solté su agarre y salí de su casa.

- _______ - empecé a bajar las escaleras encontrandome con el repartidor de comida china.

- ¿Comida China? - le dijo a Justin.

- Mmmm.... Si, joder - seguí bajando las escaleras mientras me repetía a mi misma que esperara a llegar el coche para poder llorar.

Me apresuré y abrí la puerta. Era de noche y estaba nevando. Me encogí en mi abrigo y caminé rápido hacia mi coche. Rebusqué en los bolsillos las llaves de mi coche pero no las encontré, solo estaba mi inhalador. ¿Me las habíado olvidado?

- Mierda, mierda - le di una patada a la rueda del coche con rabia mientras que lloraba. ¿Por qué esto me pasaba a mí?

Intenté abrir la puerta mientras sollozaba. No me importaba estar llamando la atención. Resbalé debido a que la acera estaba resbaladiza. Y apoyé mi frente en el coche.

- ________ - escuché la voz de Justin y patinó en la acera, callendo y llegando hacia mi, por lo que sus piernas chocaron con las mías. - Hey, nena - sus brazos me rodearon y me atrajo hacia él. - Shhhh... Estoy aqui - lloré en su pecho y me aferré a su camiseta.

- No se que he hecho para que todo el mundo me odie. Y desee que muera. - dije entre sollozos y sintiendo mi pecho oprimirse.

- No has hecho nada. - empecé a respirar con dificultad y me separé de Justin intentando meter la mano en mis bolsillos. - ¿Estás bien?

- Necesito mi inhalador - conseguí sacarlo de mi bolsillo y lo abrí. Lo puse en mi boca y lo pulsé mientras aspìraba. Justin limpió las lágrimas que caían por mis mejillas.

-Odio verte llorar, _____. Ellos no merecen tus lágrimas. - acarició mi pelo y me fui relajando. Justin se levantó cogiendome en el proceso. Escondí mi rostro en su pecho y deje que me llevara de nuevo dentro. El calor de su casa me hizo relajara. Justin cerró la puerta con el pie y olí a comida. La verdad es que no tenía hambre. Justin se sentó en el sofá conmigo en brazos. Ahora estaba sentada en sus piernas y mi cabeza apoyada en su hombro.

- Lo que ella ha dicho.... No tienes que echarle cuenta, ella solo esá celosa - miré hacia arriba y él miró hacia abajo para encontrarse con mi mirada. - Eres una persona increible, ________ Williams. No vale la pena que escuches a esas personas que dicen que no vales nada. Vales mucho.

- ¿Tú que vas a decir? - volví a mirar hacia abajo y sorbí mi nariz.

- ¿Crees que si no valieras la pena estaría aquí contigo?

- Eso es porque me tienes lastima. 

- No, eso es porque me gustas y me preocupo por ti - mi corazón bombeó rápido ante esas palabras y no fui capaz de mirarlo, ya que sentía que estaba poniendome roja.


- Sinceramente, no se cuando me he vuelto tan blando. Yo no soy así.

- Me gusta que seas así - Justin besó mi coronilla.

- Cuando necesites algo, o quieras escapar,  solo tienes que llamarme e iré a por ti. ¿Vale?

- Si.

- ¿Comemos? - dijo cuando su tripa rugió.

- Si - le sonreí a medias y Justin me dio un pequeño beso.




- ¡Hey! Eso era mio - dije quejandome porque me había quitado mi plato de arroz.
- Lo siento, ya es mio, tengo el cuerpo más grande que tú, tengo que comer más, aunque podemos compartirlo. - alcé una ceja y me acerqué de rodillas hacia él, ya que ambos estabamos comiendo en el suelo. Hay que decir que Justin tenía una alfombra. Justin cogió con su tenedor un poco de arroz y me lo acercó a la boca. La abrí y el metió el arroz dentro. - Eso fue sexy, Williams. - negué con la cabeza y mi móvil sonó. Estiré mi mano y lo cogí. 

-¿Si?

-¿Donde estás? ¿Sigues con él? ¿Estás bien?

-Si, sigo con él. Y sí, estoy bien. ¿Que pasa?

-Solo estaba preocupada. - fruncí el ceño. ¿Ashley preocupada por mi? Pensé que no iba a vivir para verlo. 

- Estoy bien, iré a casa dentro de un rato. 

-¿Ya has comido?

-Estoy en ello.

-Está bien, ten cuidado, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte. 

-Claro que no - dije sin poder creerme lo que estaba escuchando - Nos vemos luego. - colgué sin dejar que ella se despidiera. 

-¿Tu hermana? 

-Si, ella me asusta. 

- ¿Por qué? - dijo Justin con la boca llena de arroz. 

-Ella solía ignorarme, y sin ninguna razón, yo era su peor enemigo. Ahora se preocupa por mí, es algo confuso. 

-Quizás a abierto los ojos. - me encogí de hombros. 

Cuando terminamos de comer, Justin me acompañó al coche, después de una sesión de besos en su alfombra. Le había prometido que sería fuerte y no dejaría que los comentarios de los demás me afectaran. 

-Ten cuidado - dijo apoyandose en la puerta abierta de mi coche. 

-Lo tendré. - Justin bajó su rostro y yo me puse de puntillas para juntar nuestros labios. - Hasta mañana.

-Adiós pequeña pingüino. - sonreí y me monté.

Después de un día casi increible, tenía que enfrentarme de nuevo a lo que había en casa. ¿Estaría mamá enfadada? ¿Habría vuelto papá? Lo había estado llamando pero él no respondía mis llamadas, ni mis mensajes. Así que pensé en intentarlo después, o mañana. Necesitaba verlo y decirle que lo necesitaba, que no me dejara. 

Twitter : @desirealba #Breathe

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