Breathe

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sábado, 4 de enero de 2014

Capitulo 8







"- ¿Eres algo así como un super heroe? - lo miré. - No cariño, soy todo lo contrario. Pero si puedo ser tu super heroe personal."

A pesar de las discusiones en casa  -debido a que mamá creía que papá tenía un amante - yo estaba casi feliz. Había visto a Justin un par de veces más.

Me vestí con unos pantalones negros de talle alto y una blusa blanca después de maquillarme y alisar mi pelo.
Me puse mis tacones y mi abrigo. En el bolso guardé todo lo necesario. Salí de mi habitación y me encontré a mi hermana en el.

- ¿Donde vas?

- A un club con Jane y Robert - bajé las escaleras. Vi a mamá viendo la televisión. - Mmm..  Me voy - dije.

- No llegues tarde - dijo con desgana. Cogí del perchero mi bufanda y la lié alrededor de mi cuello.
Abrí la puerta y me encontré con papá. - Hola cariño - besó mi mejilla. - ¿Donde vas?

- Voy a un club con Robert y Jane.- volví a repetir.

- Ten cuidado - se despidió.

- Lo tendré - le hice una seña con la mano. Abrí el coche y me quité los zapatos para poder conducir. Encendí la calefacción y después la radio.

Golpeé el volante al ritmo de la música mientras conducía. No es que me gustara salir de fiesta en Invierno, pero estaba deseando liberar estrés y olvidarme un poco de las peleas en casa y de la universidad, y bailar no era una mala idea.





Aparqué cuando encontré un sitio. Jane y Robert me estaban esperando en la entrada. - Por fin - dijo Robert cuando llegué - ¿Por que las chicas tardan tanto?

- Porque tenemos que arreglarnos para estar guapas - Jane le sonrió.

- Ustedes ya estan guapas sin maquillaje - nos guiñó un ojo y ambas reimos. El portero nos dejó entrar despues de pedirme el DNI.

Después de dejar los abrigos agarré el brazo de Robert y Jane agarró mi mano. Pasamos entre la gente y nos dirigimos a la barra. Robert se pidió una copa y a nosotras dos coca-colas.
Encontramos un sitio donde pudieramos bailar y bailamos mientras Robert hablaba con un amigo que se había encontrado.



Jane y yo bailamos al ritmo de la música moviendo nuestros brazos y caderas de un lado a otro. Incluso haciendo nuestras tonterías mientras reíamos.
Jane puso su brazos en mis hombros y se acercó a mi oido.

- Voy a por otra bebida. ¿Quieres una? - negué con la cabeza y me quede donde estabamos mientras ella se acercaba a la barra.

Unos chicos que no conocía nos habían estado mirando desde que empezamos a bailar. Hasta el punto de que llegaba a sentirme un poco intimidada. Jane se acercó feliz y puso en mi mano una especie de cuenco con frutos secos. Después volvio a irse. Miré el cuenco en mi mano y metí una almendra en mi boca. Alguien tocó mi hombro, me giré y vi al grupo de chico que no dejaba de mirarnos. Uno de ellos de acercó a mi oido.

- ¿Quieres bailar con mi amigo? - negué con la cabeza. - ¿Por qué?

- Tengo novio - mentí y me encogí de hombros. El chico empezó a reirse. Fruncí el ceño para después girarme y darles la espalda.

- ¿Que te pasa? - volvió a decirme en el oido. Ellos habían formado un circulo a mi alrededor.

- Déjame - lo ignoré y alguien tiró de uno de los mechones de mi pelo. Miré hacia atrás enfadada y los vi riendose de nuevo. Me giré y volvieron a tirarme del pelo. Me giré y tiré el contenido del cuenco encima del que me habia tirado del pelo. Lo miré muy enfadada. ¿Es que no podían dejarme en paz?
Me giré dispuesta a irme.

- Dejala, no vale la pena - escuché.

- Si es fea. - volvieron a tirarme del pelo y cogí mi bebida de la mesa y los amenaze con tirarle la bebida.
- Ella debería de tirarse de un puente - eso hizo que un dolor se formara en mi pecho. Solo quería empezar a llorar. Volvieron a tirarme del pelo. Fui a tirarles la bebida encima alguien se puso delante de mí. Me fijé en el chico alto que se puso frente a mi, dandome la espalda y vi el brazo tatuado de Justin.

Él estaba amenazando a los chicos. Estaba en tensión. Pude ver sus puños apretados y cuando avanzó hacia ellos rodeé con mis brazos uno de sus brazos y tiré de él hacia mi.

- ¡Justin dejalo! - grité por encima de la música. Volví a tirar de él y este me miró. Su mirada se suavizó un poco. Se giró y me puso el brazo alrededor de los hombros de forma protectora y después de echarle una última mirada a esos chicos nos alejamos de allí. ¿Podía irme a casa y meterme entre mis sábanas ya?
Justin me llevó al otro lado del pub y se puso frente a mi. Puso sus dedos en mi mentón y levantó mi rostro para que lo mirara. Él se acercó a mi oído.

- ¿Te hicieron algo? - su voz hizo que un escalofrío recorriera mi columna. Negué con la cabeza. Y el pareció relajarse un momento y sonrió.

Me miró de arriba abajo y sonrojé. Justin enrededó su dedo en un mechón de mi pelo y lo dejó libre. Sus manos se dirigieron a la parte baja de mi espalda. Se acercó a mí y juntó nuestros labios. Aún no me había acostumbrado a que hiciera eso. Puse mis manos en su cuello mientras que mi yo interior bailaba.
Su lengua pidio paso a mi boca y la dejé entrar.

Algo me separó de Justin, o mejor dicho alguien. El agarre de Robert se cernía sobre mi brazo y lo miré confusa. - ¿Que estás haciendo? - me gritó por encima de la música. Vi que Jane estaba trás de él mirandonos con la boca abierta.

Me acerqué a su oído. - ¡Él es Justin! - Robert me miró frunciendo el ceño y después miró a Justin con desconfianza.

Robert le tendió la mano y Justin la aceptó. -  Robert - dijo.

-Justin - ambos estrecharon su mano mientras yo mordía mi labio.

- ¿Te quedas con él? - asentí en dirección a Robert y este juntó sus labios en una fina linea. - Está bien - me abrazó y palmeé su espalda en señal de que era suficiente. - Llamame si necesitas algo, y avísame cuando llegues a casa.

-Si, tranquilo - rodé los ojos y él se fue junto a Jane, que saludó a Justin con la mano. Sentí sus manos rodear mi cintura y me puse nerviosa.

- No sabía que tenías un hermano - dijo con voz ronca.

-No es mi hermano, es mi mejor amigo. - puse mis manos encima de las suyas.

- ¿Mejor amigo celoso?

- Un poco - ¿Por qué tenía que ponerme tan nerviosa? Quizás porque nunca me había pasado esto, era la primera vez que un chico estaba tan cerca de mí, que se interesaba por mi y que....

Él se separó de mi - Espera aquí - asentí y lo vi alejarse perdiendose entre la gente. No paso mucho tiempo hasta que apareciera de nuevo. - Vamos - cogió mi mano y nos metimos entre la gente para ir al guardaropa.

Saqué el ticket de mi sujetador ante la atenta mirada de Justin.Se lo di a la chica y esta me dio mi abrigo y mi bufanda. Justin cogió su chaqueta y se la puso.


Antes de salir del club me lie mi bufanda al cuello y me abroché los botones de mi abrigo. - ¿Vamos? - Justin me tendió su mano y la acepté.

- Gracias por lo de antes - empezamos a caminar alejandonos del club.

- No tienes que darlas, es un placer salvarte. - sonreí.

- ¿Eres algo así como un super heroe? - lo miré.

- No cariño, soy todo lo contrario. Pero si puedo ser tu super heroe personal. - me miró y miré hacia otro lado.

- ¿Por qué dices eso? No es que seas una mala persona ¿no? - intenté sacarle información. Tenía que averiguar por qué le pegaron el otro día.

- No, no lo soy. - eso me tranquilizó en parte. Justin abrió la puerta del copiloto de su coche para que entrara.

- ¿Donde vamos? - le pregunté antes de entrar.

- Montate, te gustará - confié en él y me monté. Me puse el cinturón y esperé a que Justin se montara.


Cuando lo hizo encendió la calefacción.
Arrancó y salió del aparcamiento. -Tu ceja y pómulo han mejorado. - dije intentando sacar el tema. La verdad es que no había dejado de pensar en ello, y estaba apunto de volverme loca.

- Si, ya estan mejor - dijo quitandole importancia.

- ¿Que te pasó? - pregunté.

- Nada importante. - asentí lentamente.

- ¿En serio? - alcé una ceja.

- ¿Por qué iba a mentirte? - me miró de reojo.

- Pues porque si - me quité el cinturón y me quité el abrigo para después ponerlo sobre mi regazo y volver a ponerme el cinturón.

- ¿Que te dijeron esos chicos?

- Nada importante - me encogí de hombros.

- Tuvo que serlo para que te pusieras así. Puedes contarmelo.

- En serio, no hay nada que decir, ellos estaban ebrios. - Justin cogió mi mano y entrelazó nuestros dedos.

- Sea lo que sea lo que te dijeron, te hizo daño. Pude ver el dolor en tus ojos - miré nuestras manos.

Me sentía bien. Verdaderamente bien. Supongo que esto era lo que necesitaba para sentirme agusto. Alguien que se preocupase por mi.



Justin aparcó al lado de la Plaza Nathan Phillips. No había nadie.Justin metió sus manos en los bolsillos y me agarré a su brazo para mantener el equilibrio.

Pasamos por el paso de peatones para cruzar a la plaza y mi tacón se dobló haciendo que me tambaleara.

Me agarré más fuerte al brazo de Justin y este dejó de andar. - ¿Estás bien? - me preguntó mirando mi pie.

- Perfectamente - moví mi tobillo comprobando de que estaba bien - Cualquier día voy a matarme - murmuré.

- Lo más seguro - Justin rió por lo bajo y esta vez tuve más cuidado.

La plaza estaba iluminada, tenía una especie de gran fuente en el centro, que seguramente ya estaría congelada y pronto se podría empezar a patinar allí. - ¿Vendremos a patinar? - me preguntó Justin a medida que nos acercabamos a la fuente.

- No lo creo - hice una mueca.

- ¿ Williams tiene miedo? - dijo llamandome por mi apellido.

- No tengo miedo, Bieber. Es solo que no quiero volver a caerme.

Ambos nos quedamos callados. En un silencio bastante cómodo.

Disfrutaba de su compañía. Solo se escuchaban mis tacones, nuestras respiraciones y algunos coches.
- Aquí - dijo parandose. - Saquemonos una foto - él sacó el teléfono de su bolsillo y después de apuntar la cámara a nosotros la sacó.

- ¿Te gusta sacarte fotos, verdad? - le sonreí.

- Si, me gusta captar los buenos momentos.

- Te entiendo - asentí. Arrugué mi fría nariz y supuse que la tenía roja. - ¿ Tengo roja la nariz? - le pregunte. Justin miró mi nariz y sonrió. - Eso es un sí. Debo parecer un payaso.

Justin dio con su dedo en mi nariz - No, no lo pareces.

- ¡Hey, Justin! - escuchamos la voz de un chico que venía corriendo hacia nosotros.

-¿Que quieres Michael?  - Justin murmuró molesto
.
-No te pongas así hombre, no sabía que estabas ocupado. Hola preciosa - me sonrió.

-Hola - le devolví la sonrisa.

- ¿Podemos hablar Justin? - Michael le hizo una seña y Justin me dejó para ir a hablar con su amigo. Solo escuchaba murmullos de aquellos dos. Caminé hacia delante para acercarme a la fuente. Ojalá tuviera aquí mi cámara. Miré hacia arriba y vi que estaba empezando a caer pequeños copos de nieve.

-¿Vamos? - puso sus manos en mi cintura.

-Si - me giré y él cogió mi mano.

-Ven, quiero mostrarte algo - caminé lo más deprisa que pude a su lado, mientras nuestras manos se aferraban fuerte. - Espera - paramos junto a la puerta de un edificio. Alguien salió y Justin me arrastró hacia dentro.

-¿Que estás haciendo? - murmuré mientras el calor del recibidor nos acogía. - Podrían llamar a la policía. - Justin llamó al ascensor y miró hacia todos lados.

-Confía en mi - tiró de mi dentro del ascensor cuando las puertas se abrieron. Justin pulsó al último piso y las puertas se cerraron.

-No se si quiero confiar en ti. ¿Donde vamos? - dije admirando el ascensor de lujo.

-¿Puede esperar? - rodé los ojos. No es que me gustara que me llamara la atención por colarme en edificios privados.

-¿Sueles hacer esto a menudo? - le pregunté mientras veía los números de las plantas pasar.

-No, no muy a menudo. - Paramos en la última planta y salimos. Justin miró a ambos lados y me guió por el inmenso pasillo hasta llegar a una puerta de contra incendio. Justin la abrió y miré una vez más hacia atrás para ver el pasillo vacio.

Cerramos la puerta detrás de nosotros y vi unas escaleras que subían hacia arriba, donde había otra puerta. Empecé a subir con un poco de dificultad, debido a mis tacones y aún sujetando la mano de Justin. Cuando llegamos yo estaba sin aire. - No estás acostumbrada a hacer ejercicio, ¿verdad? - me preguntó.

-Exacto - Justin abrió la puerta y el frío aire dio en mi cara. Había un gran escalon que separaba la azotea de la parte de adentro. Justin me ayudó a cruzar y cerró la puerta con cuidado para después poder abrirla.

En la terraza había varios tubos de ventilación por el suelo, por lo que no se podía andar muy bien. - Vamos - tiró de mi mano y empezamos a andar.

-¿Donde quieres ir? - le pregunté ya impaciente.

- Ya lo verás - me sonrió y me sentí morir en ese momento, iría al mismo infierno con él si me lo pidiera.
Practicamente nos pusimos en el otro lado del edificio y nos acercamos al borde. Me quedé impresionada al ver la ciudad de Toronto iluminada.

-Vaya, es increible - murmuré - Nunca lo había visto así. Debería de haber traido mi cámara.

-Te traeré de nuevo - le sonreí  y Justin puso su brazo alrededor de mis hombros y me estrechó contra él. Por lo que pasé un brazo por mi cintura y apoyé mi cabeza en su pecho. Me sentía como si estuviese en un sueño, del cual no quería despertar.

-Gracias por traerme - dije cuando ya llevabamos un rato en silencio.

-Te dije que te gustaría. Y no tienes que darlas - miré hacia arriba y le sonreí. Él bajó su rostro y juntó nuestros labios en un tierno beso, haciendo que me derritiera por dentro. El sonido de mi móvil nos interrumpió y nos separamos. Lo busqué por mi bolso hasta que lo encontré. Un mensaje de Ashley.

" Estoy con mamá en el hospital " 

-Tengo que irme - dije respondiendole a mi hermana un "ya voy"  .

-¿Todo bien? - me preguntó. 

-Mi madre está en el hospital - guardé el móvil de nuevo en el bolso. 

-Vamos entonces.

Hicimos el mismo camino de vuelta. Bajando en el ascensor, sin separar nuestras manos. Las puertas se abrieron y ambos salimos. 

-Buenas noches - dijo alguien, y me di cuenta de que estaba el de seguridad.

-Buenas noches - Justin contestó y aligeró el paso cogiendome esta vez del codo para que yo mantuviera el equilibrio. El de seguridad abrió la puerta y salimos. - Supongo que será nuevo. - dijo.

-¿Que? - me agarré a su brazo.

- Ese guardia de seguridad es nuevo. Normalmente los guardias conocen a todos los propietarios. 

-¿Cómo lo sabes? - él se encogió de hombros. 

- Eres muy raro - dije. Justin miraba al frente.

 - Yo no soy raro. Solo soy observador. 

 - ¿Ah si? - Justin abrió su coche. 

 - Si - entramos y él volvio a poner la calefacción.





 - ¿Volverás a traerme? - le pregunté de nuevo mientras nos dirigiamos al club.

 - Cuando quieras - me sonrió fugazmente y asentí. - No se te ve muy preocupada por tu madre - me miró de reojo.

 - Bueno... Si mi hermana no me llamó llorando, es que todo está bien. - Justin negó con la cabeza.

 - Deberías de interesarte más, pequeña pingüino.

 - Creeme, no vale la pena. - Justin paró al lado de mi coche y tuve una especie de deja vú. - Gracias por todo. - me quité el cinturón.

 - No tienes que darlas. - sonreí y me eché un poco hacia delante para darle un casto beso, que no resultó ser eso. Movimos nuestros labios en sincronía y me acerqué más a él. Puse una mano en su pierna para tener un punto de apoyo mientras él tenía su mano en mi nuca. Me separé de él y lo miré sin poder creerme que ese chico tan guapo y sexy se hubiera fijado en mí. - Nos vemos pronto - dijo soltando su agarre. 

 - Si, me puse bien. Adiós - salí de su coche. 

 - Adios preciosa.





Twitter : @desirealba #Breathe

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