Breathe

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viernes, 10 de enero de 2014

Capitulo 9





"La pared de cristal que había ido formando alrededor de mi corazón se iba rompiendo sin yo poder evitarlo"




Fui a casa después de que mi hermana me enviara un mensaje diciendome que iban de camino. 

Aparqué y bajé colgando el bolso en mi hombro. Había reemplazado mis tacones por unas converses. Saqué las llaves del bolso y abrí la puerta.

La luz de la entrada estaba encendida, así que acabarían de llegar. Me quité el abrigo y lo deje en la percha. Escuché ruido arriba y subí.

- ¿Que le ha pasado? - le pregunté a Ashley cuando subí las escaleras.

- Papá se ha ido de casa y mamá ha tenido un ataque de ansiedad.

Me quede en shock. ¿Papá se habia ido? ¿La única persona a la que le importaba y me defendía me habia dejado?

- Voy abajo, Harry se quedará esta noche aquí por si pasa algo - mi hermana bajó las escaleras.

El aire se quedó atrapado en mi garganta y mi corazón empezó a bombear con fuerza. Mi inhalador. Abrí la cremallera del bolso.

- ¿Ya ha llegado?  - la voz de mi madre precipitandose por por el pasillo me hizo levantar la cabeza. Ella lucía horrible. Su pelo corto estaba desordenado, su cara pálida y sus ojos rojos y llorosos. Cuando ella se acercó a mí, la parte ingenua pensó que iba a darme un abrazo, pero en cambio, su mano voló hacia mi mejilla haciendo girar mi cara y que mi mano fuera automaticamente a ella para aliviar el dolor que me había dejado.

No me dio tiempo a reaccionar cuando ella estaba cogiendo ambos lados de mi pelo - ¡Tu padre nos ha abandonado por tu culpa! - tiró de mi hacia el pequeño mueble que habia allí. Haciendo que chocara con el y tirara los adornos que allí había al suelo, y yo con ellos. - ¡Todas las peleas que teníamos eran por tu culpa! ¡Tú has destrozado nuestro matrimonio! - necesitaba aire, no podía respirar. Las lágrimas nublaban mi visión mientras intentaba incorporarme. - Ojalá mueras por uno de tus estúpidos ataques de asma. No te mereces el aire que respiras - escupió.


- ¿_______? - escuché la voz de Harry por encima de mi agitada respiración y el pitido en mis oidos. Sentí unas manos en mis hombros.

Escuchaba gritos, pero no era capaz de escuchar con claridad lo que estaban diciendo. Las manos de Harry dejaron mis hombros y me apoyé en la pared mientras esa pared de cristal que había ido formando alrededor de mi corazón se iba rompiendo sin yo poder evitarlo.

Sentí algo en mi boca. - Aspira ________ - mi inhalador. Puse mi mano encima de la de Harry y esperé que el alivio del inhalador llegara. - Shhh... Tranquila - peinó mi cabello.

Mis manos temblaban mientras lágrimas de dolor caían por mi rostro.
Separé el inhalador de mi boca cuando sentí que podía respirar de nuevo.

- La llevaré a su habitación - sentí a Harry levantarme del suelo y mi cabeza se apoyó en su pecho.

¿Yo había sido la causante de que él nos abandonara? Yo quería a mis padres, jamás haría nada para dañarlos o hacerlos sufrir. 

- ¿La llevamos al hospital? - un sollozo proveniente de mi hermana hizo que abriera los ojos. 

- Estoy bien - murmuré - solo necesito dormir. Gracias. - me incorporé un poco.


- La ayudaré a cambiarse - mi hermana sorbió su nariz.

- No necesito ayuda, estoy bien - limpie mis lágrimas.

Después de ponerme el pijama mientras lloraba en silencio, cerré el seguro, apagué la luz y me metí entre mis sábanas.

Respiré hondo antes de salir del coche. Hoy era una preciosa mañana que no iba acorde con mi humor. Cerré el coche y entré en la cafetería. No es que me apeteciera salir de casa, yo no quería estar allí, así que decidí comprar un café para llevar y tomarmelo en el coche. Un increible plan.
Me apoyé en la barra y miré las uñas de mis manos pintadas de negro, como mi estado de ánimo.

- Hola, ¿Que te pongo? - la voz de una chica me hizo levantar la cabeza. Y vi a la misma chica que había visto en mi "segunda cita" con Justin. Su pelo esta vez estaba recogido en una coleta alta.

- Un café con leche para llevar, por favor - ella asintió y la vi moverse detrás de la barra con gracia. No me habia quitado mis gafas de sol, así que ella no sabía que la observaba. Era guapa. Sus ojos eran grandes y grises. Y su pelo castaño era brillante y liso. 

El rimel hacia que sus pestañas fueran largas y negras. En sus labios llevaba gloss.


- Pequeña pingüino - la voz de Justin en mi oido me sobresaltó. Me giré y el se apoyó en la barra frente a mí. - Hola - me hechó una sonrisa radiante.
- Hola - dije sin alegría.

Antes habría ocultado mi estado de ánimo y el dolor, ya supongo que todo me daba igual.

- Aquí tienes - la chica puso el café frente a mí.

- Gracias - saqué dinero de la cartera y lo puse en la barra.

- ¿Estás bien? - Justin me siguió cuando cogí mi café y me dispuse a salir de allí.

- Perfectamente - murmuré y abrí la puerta de la cafetería.

- ¿Y tu madre? ¿Fue algo grave? - negué con la cabeza y saqué las llaves del coche del bolsillo de mi abrigo. - Hey - cogió mi brazo. - ¿Que te pasa? - pude ver confusión en sus ojos.

- Nada - me solté de su agarre y seguí caminando. No iba a contarle nada. 

Apunté con las llaves a mi coche pero Justin me las quitó.
-¿Que ocurre?  No eres la misma de ayer - acarició mi mejilla y lo miré a través de mis oscuras gafas de sol.

- Solo es un mal día - me encogí de hombros.

- ¡Justin, el café! - gritó la misma chica desde la puerta.

- Joder - murmuró - ¿Si te digo que esperes lo harás? - me encogí de hombros. ¿Lo haría? ¿Estaba de humor para eso?

Justin dejó mi mejilla - ¡Ya voy, Rachel! - Justin besó la mejilla que antes había acariciado para después salir corriendo de nuevo a la cafetería. Le di un sorbo a mi café y me di la vuelta para montarme en mi coche. Busqué las llaves en mis bolsillos y me di cuenta de que Justin se las había llevado. Suspiré y volví a darle otro sorbo a mi café.

Justin no tardó en aparecer. - Pensé que te ibas a ir.

- No tenía mis llaves - señalé su mano.

- Oh - el sonrió. - ¿Vienes? - me hizo una seña.

- No, gracias. Ahora si me das las llaves de mi coche... - fui a quitarselas pero él las alzó y negó con la cabeza.

- ¿Por qué llevas esas gafas? Hace un día precioso - dijo el que llevaba las gafas colgadas de su camiseta.

- El sol me molesta.

- Quiero ver tus ojos - dijo mientras me quitaba las gafas de sol. El me miró, le quité las gafas y volví a cubrir mis ojos. No me habia maquillado, por lo tanto mi rostro estaba palido y debajo de mis ojos habían aparecido unas pequeñas ojeras de no haber dormido esta noche. Justin me miró y se agachó para poner mi cuerpo sobre su hombro y levantarse.

Grité ante la sorpresa y mantuve el café en pie. - ¿Que haces? - nos alejabamos de mi coche. - Justin - llamé su atención pero él me ignoro. - Bájame - le ordené.

- No lo haré - vi que entramos en un portal. Le di con mi mano libre en su trasero y Justin me dio de vuelta en el mio.

- Auch - me quejé - eso ha picado - él había empezado a subir las escaleras. - Se me está subiendo la sangre a la cabeza.


Escuché abrir la puerta y entramos en su casa. Escuché a Sammy ladrar. - Hola chico - Justin lo saludó. Me tensé y grité cuando lo vi justo debajo de mi cabeza. Levanté un poco mi cuerpo para que él no me alcanzara. Justin se dio la vuelta para ver que pasaba y di con mi cabeza en un mueble. - Ay Justin, cuidado - reí poniendo mi mano libre en mi cabeza.

- Vamos Sammy, a la cocina - Justin caminó y escuché una puerta cerrarse. Él me bajó y tuve cuidado con el café. Cuando mis pues tocaron el suelo me sentí un poco mareada y me agarré con mj mano libre del brazo de Justin.
Mis pelos deberían de estar revueltos y mis gafas estaban mal puestas, al igual que mi abrigo.  - Pareces salida de un maratón de se.xo, _______ Williams. - se burló.

- Muy gracioso - me puse mis gafas bien.  Justin me quitó las gafas y frotó mi cabeza. - Lo siento - se disculpó por el golpe de antes.

- No importa. - entonces me di cuenta de que estaba en casa de Justin. Los dos solos.

- ¿Quieres que te caliente el café?

- Si, por favor - me aparté de la puerta de la cocina temiendo a que Sammy saliera.

- Ponte cómoda - dijo señalando el sofá. Asentí y me dirigí a uno de ellos mientras desabrochaba mi abrigo. Me lo quité y lo dejé a un lado. Justin volvió cuando programó el microondas y encendió la calefacción. Volvió a la cocina y me senté en el sofá blanco mirando a mi alrededor.

- Aquí tienes - me lo dio.

- Gracias - lo sostuve y él se sentó a mi lado.

- ¿Que te ha pasado en el ojo? - preguntó girando mi cara y observó el pequeño corte que tenía debajo de él.

- Me he arañado mientras dormía - mentí.

- Vaya... - pasó su dedo por el corte y después bajó su mirada a mis manos, examinandolas.

- ¿Ha comprobado su miento detective Bieber? - Justin sonrió de lado y le di un largo trago a mi café.

- Si, lo he comprobado. ¿Ha pasado algo? - negué con la cabeza - Sabes que puedes contarmelo. - Justin cogió uno de mis mechones y empezó a jugar con él.

- Mi padre se ha ido de casa - me encogí de hombros - A mi madre le dio un ataque de ansiedad, pero está bien.

- Lo siento - asentí. - ¿Y a ti? ¿Que te ha pasado?

- Mi madre me hecha la culpa de eso y perdio los papeles conmigo -bebí.
- ¿Perdió los papeles? ¿A que te refieres? - abrí la boca para contestarle pero él me interrumpió. - Espera, ¿Ella te pegó?

- Mmmm... Si, pero no fue nada grave, estoy bien, me hizo mas daño lo que dijo - dejé el café encima de la mesita.

- ¿Que te dijo? - preguntó.

« Ojala mueras por uno de tus estúpidos ataques de asma. No te mereces el aire que respiras » 

Su voz resonaba en mi cabeza con fuerza, como si estuviera delante de mí repitiendomelo una y otra vez. Mi madre no me quería, y eso me partía en dos.

- ¿________? - parpadeé y me di cuenta de que había dejado que varias lágrimas se escaparan de mis ojos. Me levanté.

- Tengo que irme - las limpié con la parte trasera de mi mano.

- ¿Por qué? - Justin cogió mi brazo y me giró. - Hey, no llores ojos bonitos. - me atrajo hacia él y sus brazos rodearon mi cuerpo mientras que mis brazos rodearon el suyo.

- Nadie me quiere - sollocé - La única persona que me quería me ha abandonado. - me aferré a la camiseta de Justin. - Mi madre.... mi madre me dijo que ella quería verme muerta - Justin se tensó - Y.... que yo había roto su matrimonio. Yo no he hecho nada.

Lloré en su pecho queriendo sacar todo el dolor que sentía. Justin me cogio y se sentó, poniendome en su regazo. Mi cabeza estaba ahora en su hombro y mis brazos rodeaban su cuello. 

El me sostuvo hasta que me calmé. - Puedes limpiar tus lágrimas en mi hombro.

- Lo siento - me incorporé.

- No tienes que disculparte por llorar - sus dedos pasaron por mi espalda. - Y sobre lo que me dijiste antes... No creo que tu madre piense eso, quizás solo estaba demasiado afectada.

Miré a mi regazo, donde descansaban mis manos. - Ella me lo ha dicho desde que tengo uso de razón... - bajé del regazo de Justin.


Twitter : @desirealba / desirefanfic #Breathe 

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