Breathe

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sábado, 8 de febrero de 2014

Capitulo 13





"-Oh, entonces podríamos decir que esto es un secuestro" 

Me quedé mirando la puerta cerrada con dolor. ¿Que más podría salir mal? La puerta de mi habitación se abrió indicandome que todo esto no se había acabado.

Ashley apareció con una sonrisa en su rostro. Conté hasta tres y respiré profundamente, no quería avalanzarme sobre ella. 

- Te dije que esto pasaría, no te lo mereces - ella se encogió de hombros.


- ¿El que pasaría? - le pregunté.

- Bueno, él te rompería el corazón.

- Él ni siquiera tocó mi corazón.

- Oh vamos ________, te morías por él. ¿Sabes? No fue dicifil hacer que se fijara en mi. -
Vi a Harry aparecer en silencio para escuchar lo que Ashley tenia que decir.


- ¿Así que te acostaste con él? - le pregunté.

- Bueno, estuvimos apunto, pero él estaba demasiado borracho, solo conseguí marcar su cuello.¿Sabes? Me encantó que sus manos recorrieran mi cuerpo, y sus labios... - ella sonrió recordandolo.

- ¿Puedes explicarme de que estas hablando? - la voz de Harry sonó dura. Ashley se giró asustada.

- ¿Que? No es nada - ella lucía verdaderamente nerviosa.

-¿A quien marcaste Ashley? ¿Quien pasó sus manos por tu cuerpo? - Harry tenía sus brazos cruzados y miraba a Ashley enfadado.

- Yo.... - ella agachó su cabeza. Entonces ambos empezaron a discutir. Ella intentaba darle explicaciones y él no podía creer que ella hubiera hecho eso.

- Olvídame, Ashley - Harry dio por terminada la conversación saliendo de mi habitación.

- Por favor, Harry - Ashley lloraba desconsolada mientras lo seguía. Supongo que esto se llamaba "karma".  Ashley se quedó al principio de las escaleras. Ella me miró. Sus ojos estaban rojos y su rimel corrido, ella realmente daba miedo, sobre todo en la forma asesina en la que me miraba.

Ella practicamente corrió hacia mi y yo corrí hacia la puerta para cerrarla. Ella llegó a tiempo y empujó la puerta, hice toda la fuerza que pude pero ella terminó abriendola y dandome con la puerta en mi nariz.
Me eché hacia atrás y sus manos fueron a mis pelos. - ¡Ashley! - grité. Ella me tiró a la cama.
Alguien separó a mi hermana de mi, cosa que agradecí, me incorporé con dificultad para ver a Harry tranquilizando a Ashley.

- Coge tu ropa, te vienes conmigo, durante un tiempo - Harry me dijo por encima del llanto de Ashley. Me levanté a toda prisa y saqué una maleta de mi armario. Eché ropa, mis libros, mi portatil, ropa interior, zapatos y todo lo necesario en un tiempo record.

- Shhh... Tranquila - escuché a Harry hablar con Ashley. Salí de mi habitación y me asomé un poco a la de Ashley. Él la había acostado y acariciaba su pelo. Él la amaba. Me preguntaba si alguien podría amarme alguna vez.

Harry salió de la habitación de mi hermana cerrando la puerta y suspiró. - Vamos - él cogió mi maleta y lo seguí.




Harry vivía solo en un departamento. Tenía dos habitaciones así que me ofreció una. Estaba completamente agotada y destrozada.

- ¿Justin es el chico al que estabas conociendo? - me preguntó Harry mientras comiamos una pizza. Asentí. Él tensó su mandíbula . - No puedo creer que ella haya hecho eso solo para fastidiarte, no pensé que ella fuera así.

- Ella no es mala persona, solo es así conmigo, no se por qué.

- No lo entiendo, eres su hermana.... No entiendo a tu familia, ________.

- Créeme, yo tampoco - suspiré. - Gracias por esto, Harry. No creo que hubiera podido sobrevivir allí.

- No tienes que darlas.

- Me voy a la cama.

- Si, yo tambien.


Me acosté en la cómoda cama que Harry tenía en el cuarto de invitados y me tapé.



Mamá no me había llamado, ni papá, mucho menos Ashley, y bueno, Justin había colapsado mi móvil con llamadas y mensajes, eso se llamaba, culpabilidad.

Con Harry, bueno, todo iba bien, no podía agradecerle lo que estaba haciendo por mi, aparte de quedarme en su casa, él me llevaba a la universidad.

Tenía una hora libre, así que decidí ir a Starbucks a por un café.

Salí con mi café y volví a caminar hacia la universidad, mientras iba hacia ella miré los graffitis que había pintado en una pared hasta que me paré en uno que llamó mi atención, era un pingüino, y debajo estaba firmado "Bizzle".


No podía ser. Saqué mi móvil y le eché una foto al graffiti. Miré una última vez el graffiti, ¿Él lo había hecho por mi?




No pude concentrarme en todo el día, pensando en si debería contestarle a las llamadas o no. Estaba dolida porque Ashley había conseguido su propósito, y bueno, tambien porque pensaba que Justin no era asì.
Decidí quedarme en la biblioteca para adelantar trabajo que tenía por hacer. Todos los problemas que tenía en casa habían hecho que me retrasara en las clases, y ya que mis padres me estaban pagando la universidad no iba a suspender...

Me senté en una mesa sola y saqué mis libros, mi cuaderno y mis bolígrafos. Después de enviarle un mensaje a Harry para que me recogiera más tarde, me puse manos a la obra.

Cuando me quise dar cuenta eran las ocho y ya había anochecido. Solo quedaban unas cuantas personas allí, así que decidí irme. Metí alguno de mis libros en mi gran bolso y los demás los llevaba en mi mano.
Mis zapatos hacìan ruido al caminar por los pasillos que daban a la salida, todo estaba tan silencioso que me daba miedo.

Me encogí cuando el frío dio en mi rostro. Bajé las escaleras y saqué de mi bolsillo mi móvil. Marqué el número de Harry y esperé, pero él no me lo cogió. 

Volví a llamarlo pero tampoco me lo cogió. Volví a guardar mi móvil en el bolsillo. Iría caminando.

Intenté que mi mente no divagara en cosas que podía ocurrirme, o si no, me pondría paranoica y no era plan.

Pensé en todo lo que había pasado en tan poco tiempo. No podía quedarme para siempre en casa de Harry, tenía que volver. Pero como Harry me había dicho "Será mejor que esperes a que las cosas que calmen"

Y así iba a hacerlo. Algo chocó conmigo y me empujó a la pared.

- Ay - dije cuando choqué.

- Dame todo lo que tengas - parpadeé un momento y me di cuenta de que iban a atracarme. Mis sentidos reaccionaron y entré en pánico al ver que él tenía una navaja puesta en mi cuello. Era más alto que yo, así que no le costaba agarrarme.

-N-No tengo nada - murmuré nerviosa.

- Dame la cartera - tiró de mi bolso y lo agarré nerviosa, los pocos dolares que me quedaban estaban ahí - Damela si no quieres que te haga algo. - empecé a respirar agitada. El hombre me cogió y volvió a chocarme con la pared haciendo que soltara mis libros y cayeran al suelo. Volvió a tirar de mi bolso u este cayó abierto al suelo.

- Sueltala - escuché la voz de Justin y miré hacia él. Apenas podìa verlo porque la mayoría de las farolas estaban fundidas ahí. Lo que si pude ver es que Justin apuntaba a la sien del hombre con una pistola. Me tensé y me esforcé para que entrara aire en mis pulmones.

El hombre me soltó - Largo - Justin le apuntó con el arma y el hombre después de gruñir se fue corriendo.
Miré de nuevo a Justin y este me miró para después guardar el arma. Me agaché en el suelo y rebusqué en mi maleta para buscar mi inhalador. - Deja que te ayude - las manos de Justin rozaron las mias y me eché hacia atras por inercia. La imagen de él apuntando al hombre con una pistola quemaba en mi retina.
- No tienes por qué asustarte, soy yo - la mano de Justin viajó a mi mejilla y volví a echarme hacia atrás. ¿Que hacía con una pistola? - Toma - Justin me tendió su mano y vi que había conseguido encontrar mi inhalador. Lo cogí y lo puse en mi boca.

Cuando me sentí mejor poco a poco me di cuenta de que estaba sentada en el suelo y estaba frío.
- ¿Estas bien? - dijo cuando me calmé. No me había dado cuenta de que él estaba de cuclillas cerca de mi. Asentí torpemente.


- Gracias - susurré y  me puse a recoger mis libros y a guardarlos en mi bolso.

- No tienes que darlas - me levanté y Justin me dio dos de mis libros. Los cogí y los apreté contra mi pecho. - Vamos, te llevaré a casa, es peligroso que camines sola a estas horas - me hizo una seña con su cabeza y después de respirar profundo, acepté. Empecé a caminar delante de él,aunque él practicamente pisaba mis talones.

Cuando llegamos a su coche él abrió y me metí en el asiento del pasajero resguardandome del frío.
Justin se montò y puso la calefacción. Me puse el cinturón y dejé mi bolso y los libros en mi regazo, como si ellos pudieran protegerme.


- ¿Me estabas siguiendo? - me atreví a hablar.

- Llevo siguiendote desde que te fuiste a casa de ese estúpido.- escupió. Justin se acercó a mi invadiendo mi espacio personal para abrir la guantera - Aunque supongo que le agradezco que te sacara de esa casa -  sacó un paquete de tabaco. Cerró la guantera y Justin maniobró para sacar un cigarro.

- No puedes fumar aquí, ¿Quieres matarme? - le pregunté.

Justin pareció acordarse de que era asmática porque tiró el paquete de cigarrillos a los asientos traseros y dejó el cigarro tirado por ahí. - Eso de que vayas siguiendo a la gente no es muy normal, ¿Lo sabías?

- ¿Que es normal en tu vida, _________? - él hablaba en un tono bastante serio y frío, cosa que me hacia temblar a pesar de ir bien abrigada. No contesté.

- Por aquí no se va a casa de Harry.

- Lo se, no tenía pensamiento de ir a su casa. - paró en un semáforo.

- Justin, llévame a su casa - él sonrió de lado mientras negaba con la cabeza.

- Vendrás conmigo - intenté abrir la puerta pero él había echado el seguro.

- ¿Por qué quieres escapar, ________? - Justin me miró y por primera vez, su mirada me dio miedo. ¿Quien era èl?

- No quiero estar cerca de ti, abre el seguro.

- No, no lo haré. No voy a dejarte ir. - El semáforo se puso en verde y Justin puso el coche en marcha.

- ¿Sabes que esto podría ser un secuestro?

- ¿Ves esto como si fuera un secuestro? - Justin me miró de reojo.

- Me llevas a un sitio en contra de mi voluntad.

- Oh, entonces podríamos decir que esto es un secuestro - Justin sonrió.




Twitter : @desirealba #BREATHE

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