Breathe

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sábado, 31 de mayo de 2014

Capitulo 26







"Alejate de O'brein, Williams."

Volví a casa de los abuelos después de dejar a _______ en la suya.

- Ya estoy aqui - Cerré la puerta y colgué mi abrigo en la percha que había detrás de la puerta.
Entré en el salón y vi al abuelo viendo la televisión. - Hola, ¿Como lo has pasado?

- Bien, ¿Y mamá y la abuela?

- Están en la planta de arriba.

Subí los escalones de dos en dos silbando una alegre melodía. Ellas estaban en la habitación de la abuela mirando ropa y se callaron cuando entré.

- ¿Cómo estan mis dos chicas preferidas? - abracé a la abuela por sus hombros y besé su mejilla.

Mamá frunció el ceño y puso los brazos en jarra. - ¿Se puede saber donde estabas?

- Estaba en casa. - solté a la abuela.

- ¿Que hacías allí?

- Tenía compañía - me encogí de hombros y vi como mi madre tensaba la mandíbula.

- No vas a dejarla, ¿Verdad?

- La verdad es que no tenía pensamiento de hacerlo. - ella salió de la habitación con paso decidido. - Eh, mamá - la cogí de su brazo. - No tienes por qué ponerte asì.

- Justin - ella suspiró - No quiero que su familia te haga daño, no quiero que Derek vuelva a hacertelo. - abracé a mamá.

- Estaré bien, como siempre lo he estado - besé su coronilla.

- ¿Y ese disparo, Justin? Si Derek no fue, ¿Quien fue? - mamá se separó de mí y me miró preocupada. - ¿En que andas metido, Justin? - la miré sin saber que decirle.

- No tienes nada de lo que preocuparte. - besé su frente y bajé las escaleras.

- ¿Como que no tengo de que preocuparme? ¡Eres mi hijo! ¡Te han disparado! - ella me siguió.

- Mamá, nada me ha pasado, seguramente es alguien que no quiere que gane mi próximo combate - Ella me miró.Sus ojos azules grisaceos no dejaron los mios por lo que parecieron horas.

- Me prometiste que ibas a dejarlo - dijo dolida.

- Mamá, no puedo dejarlo, verdaderamente gano mucho dinero con eso.

- ¿¡Es que no puedes conseguir dinero honradamente?! - ella desesperó y empezó a caminar de un lado a otro.

- Mamá, trabajo en el taller, creo que lo has olvidado.

- ¡No lo he olvidado! - gruñó furiosa. - No me obedeces en nada, estoy cansada de esto.

- Es mi vida, mamá. Si quiero salir con Williams, voy a hacerlo y si quiero participar en peleas ilegales voy a hacerlo. Mi vida, mis decisiones y asumiré las consecuencias de lo que me pase. - ella me miró una última vez antes de dirigirse a la cocina murmurando un "Haz lo que te de la gana".

Bufé y salì de casa enfadado. Sabía que ella se preocupaba por mi, pero ¿Por qué no lo podía entender?
Me monté en mi coche y le di un golpe al volante. Conducí a casa de Michael, donde seguramente estaría Rachel.

Bajé del coche y me encendí un cigarrillo mientras caminaba a su edificio.

- Joven, no se puede fumar dentro del edificio - me dijo una señora mayor. La ignoré y subí hasta la tercera planta por las escaleras. Cuando llegué tiré el cigarro en la tierra de una planta.

Llamé a la puerta y no tardaron en abrirme. Vi los grandes y grises ojos de Rachel. Su pelo recogido en un moño desordenado, una sudadera mia y unas leggins la vestían. La abracé y ella rodeó mi cuerpo con sus brazos. Aspiré el aroma a lavanda que ella siempre desprendía.

- ¿Que te pasa? - susurró.

- ¿No puedo venir a abrazar a mi mejor amiga? - la apreté más contra mi.

- Claro, te he echado de menos. - ella me besó mi cuello. - Has estado tan ocupado viendo a otra persona que te has olvidado de que existía.

- Yo tambien te he echado de menos, y sabes que he estado en casa de mis abuelos atrapado. Te podrías haber pasado por allí a verme, solo fuiste una vez.

- No quería molestar.

- No molestas, por cierto. Feliz año bonita - me separé de ella y sonrió.

- Feliz año.

- ¿Y Michael? - pregunté.

- Él ha tenido que ir a casa de su madre - ella pasó al salón y la seguí.

- ¿Estás segura que quieres seguir viviendo con él? Yo podría...

- No, estoy bien aquí, ambos pagamos todo a media y la convivencia con él es agradable. Solo cuando me ayuda a limpiar - sonreí. - No puedo creerme que te guste Williams - ella suspiró.

- Rachel...

- No, escuchame - ella cogió mi mano. - Recuerdo cuando sabias que era la hija de Derek, recuerdo que tenías ganas de venganza y--

- Rachel, después de conocerla me di cuenta de que no valía la pena. No puedo hacerle eso.
Rachel me miró y no pude comprender su mirada. ¿Dolor? ¿Tristeza?




Cuando llegue a casa Steph estaba en el sofá jugando a la xbox. - Hey ¿Quieres que juguemos una partida?
- Claro, voy a por cervezas.

Me dirigí al frigorífico y saqué dos latas de allí. Las llevé a la mesa y después de abrir la mia cogí el otro mando. - No os escuché anoche, ni esta mañana - miré a Steph.

- No hicimos nada - dijo volviendo a mirar a la pantalla.

- ¿Por qué? ¿Ella no quiere aún?

- No lo se, no llegamos a nada más que besos y caricias. Ella es tan tímida que a veces me cuesta saber si quiere que la toque o no.

- ¿Cuanto tiempo llevais? ¿Tres meses?

- Si - pulsé los botones del mando con fuerza como si eso hiciera que mis movimientos fueran mejores.

- Tres meses sin sexo - Steph rió y le di un golpe en su hombro. - Tiene que ser duro solo utilizar tu mano.

- Lo es. - admití. - ¿Ya se ha ido Mindy?

- No, ella esta duchandose - asentí. Muy a mi pesar tendría su molesto trasero todo el día.

- Michael ya tiene otro lugar mirado, ha estado vigilando a la familia - lo miré - Solo nos queda planear todo.


Williams's point of view

- No, no hicimos nada - me tiré en mi cama mientras sostenía el móvil en mi oreja.

- ¿Aún no? - preguntó Jane sorprendida.

- No, y bueno, vale que anoche no hicieramos nada porque estaba la rubia gritando como loca. Pero esta mañana... Pensé que si, no se. Estabamos ardiendo, o por lo menos yo, y me salta con un "Desayunemos" - bufé y Jane rió.

- Quizás es que quiere ir lento - Jane intentó encontrarle una explicación. Suspiré.

- Pues me tiene frustrada - Jane volvió a reir. - ¿Quieres dejar de reirte? - dije con una sonrisa.

- Lo siento - ella carraspeó - Quizás es que él no se atreve a dar el paso por ti.

- ¿Por mi?

- Quizás piensa que aun no quieres o algo... Y para no joderla no lo intenta.

- Oh venga, no puede ser. Él es el que me tiene que parar diciendome "Nena, como no pares no voy a poder controlarme" - puse la voz grave y Jane volvió a reir.

- Habla con él.

- Si claro, le digo, hey Justin, ¿Por que no quieres tener sex-- miré a la puerta, mi padre acababa de entrar.

- Jane, después hablamos - colgué sin esperar a que ella se despidiera.

Papá entró y cerró la puerta. - No cierres la puerta - él me miró - Me siento más segura si la puerta está abierta. - Podía oir a mamá trastear en la cocina. Si pasaba algo, sabía que ella vendría a ayudarme.

- ¿Crees que voy a hacerte daño? - me miró con dolor.

- No lo se - Papá se sentó en el borde de la cama y suspiró.

- Creo que debería de haber hablado contigo así. Se en lo que esta metido Justin, no es bueno. No quiero que te pase nada.

- No me pasará nada.

- Todas dicen lo mismo.

- ¿Todas? ¿A quien te refieres?

- ¿Crees que los delincuentes no tienen mujer e hijo? ¿Que no los ponen en peligro? Ellas estan tan enamoradas que mienten por él y juraria que tambien morirían por él. No quiero que te conviertas en eso por una mala elección.

- No voy a convertirme en eso. Y Justin no es un delincuente - Papá suspiró.

- Hay muchas cosas que no sabes. Bajemos a cenar - se levantó y me quedé mirando a un punto fijo mientras se iba. ¿Que no sabia? Respiré profundamente.

La comida fue bastante incómoda debido a las miradas complices de mamá y a las miradas interrogantes de Ashley. Estaba ayudando a mamá a fregar los platos cuando por fin habló.

- ¿Como te lo pasaste ayer? - me miró alzando una ceja.

- Bien, gracias - sequé el plato que ella me dio.

- ¿No me vas a contar nada?

- No pasó nada interesante - me encogí de hombros.

- Ujum... - eso significaba que no me creía. - Tu padre me dijo que Justin no es bueno para ti. No debe ser tan malo si te tiene en una nube ¿No? - Fruncí el ceño ante los intentos de mi madre de ser amigable. No contesté. Sinceramente no sabía que contestarle.

Mamá suspiró - Me pregunto si algún día podrás perdonarme - terminé de fregar el último plato

- Me has hecho demasiado daño para que te perdone tan pronto - me dirigí a la puerta después de secarme las manos.

- No pensé que fueras así.

- Puedo decir lo mismo. - Subí a mi habitación dispuesta a leer un poco y olvidarme de todo.


Robert fue a visitarme y se acopló en mi cama con mi ordenador. - He traido palomitas - dije cerrando la puerta de mi habitación. - Bien, ¿Fiesta de pijamas?

- No se hace una fiesta de pijamas con un chico.

- Pero si con tu mejor amigo - me senté a su lado en la cama. Mi móvil sonó.

- Pásamelo, está ahí - señalé la mesita de noche. Robert cogió mi móvil y frunció el ceño. Con toda la libertad él contestó la llamada.

- ¿Si? ... Lo siento, ella ahora mismo no puede ponerse. - colgó.

-¿Quien era? - fui a coger mi móvil pero él lo guardó en su bolsillo.

- Nadie importante. - fruncí el ceño y dejé las palomitas encima del escritorio.

- Damelo - puse mis brazos en jarra.

Robert dejó el portatil en el suelo. - No - lo sacó de su bolsillo y me lo enseñó.

Me abalancé sobre él intentando quitarle el teléfono. Trepé por él haciendo que este riera. - Damelo Robert.

- No, niña. Me tiró encima de la cama, cuando me vaya podrás hablar con él, no ahora.

- Pero Robert - me quejé.

- Nada, veamos la película.

- No quiero ver nada contigo.

Robert puso el portatil en la cama y cogió las palomitas. Al final me encontré abrazada a él mientras veíamos la película.


" Un chico mayor que yo me tiró del pelo y me quejé. - Dame tu almuerzo.

- Yo n-no... - Jane se levantó a mi lado igual de intimidada que yo.


- He dicho que me des tu almuerzo. - cuando el chico fue a quitarmelo alguien lo empujó.


- Déjalas en paz, Sam, ellas no tienen culpa de que hayas caido tu almuerzo - miré al chico rubio que se había puesto delante de nosotras.


- Pero--


- Largate - Sam gruño y se fue. El chico rubio se giró.  - Hola, soy Robert - él sonrió abiertamente."



Desde ese momento, Robert fue mi mejor amigo, me acompañaba a casa, me defendía de la gente que se metia conmigo... Él practicamente era mi hermano mayor.


-Ya que no vas a echarme cuenta, prometeme que tendrás cuidado - Robert se estaba despidiendo de mi antes de salir de casa.

-Lo prometo - sonreí. Robert me cogió de mis mejillas y besó mi frente.

-Nos vemos pronto. niña. - lo vi dirigirse hacia su coche y cerré la puerta de casa. Subí las escaleras feliz por haber pasado tiempo con Robert. Habia extrañado nuestras tardes juntos. Cerré la puerta de mi habitación y me tiré boca abajo en mi cama. Cogí mi móvil y vi que tenía 20 llamadas perdidas de Justin. Fruncí el ceño y lo llamé.

Un móvil sonó en mi habitación y me giré rápidamente para ver a Justin detrás de la puerta. - Me has asustado - murmuré. Justin negó con la cabeza y colgué la llamada. - ¿Estás bien? - me levanté y me acerqué a él.

- Te he llamado muchas veces - dijo duro.

-Lo se, acabo de verlo.

-Pensé que te había pasado algo y simplemente estabas en tu habitación con O'brein. Abrazada a él viendo una película mientras yo estaba preocupado por ti.

-Lo siento, él me quitó el móvil y--

-Eso no es excusa, Williams - Justin metio las manos en sus bolsillos y me esquivó para volver a la ventana. Un olor a lavanda y cerveza llegó a mi nariz.

-¿Estás enfadado? - él paró.

-¿Enfadado? No, estoy molesto - dijo sin mirarme.

-Entonces yo debería estar molesta porque hueles a un perfume que no es el mio. - me crucé de brazos. ¿Con quien había estado él?

Justin se giró - Bien, entonces estamos los dos molestos. - Justin abrió la ventana.

-¿Y ya esta? - puse mis manos en alto. ¿Se iba a ir? Ni siquiera habiamos terminado de arreglar esto, si es que estabamos arreglando algo.

-Alejate de O'brein, Williams. - abrió la ventana.

-No - Justin miró hacia atrás antes de bajar por la ventana y sus ojos me quemaron.

-No voy a repetirlo, no quiero verlo cerca de ti - lo vi desaparecer hacia abajo y me acerqué enfadada a cerrar la ventana.

¿Quien se creía que era para decirme que no viese a Robert? Gruñí y caminé por mi habitación realmente enfadada. ¿Y a quien olía? ¿Con quien había estado?


Las vacaciones habían acabado antes de que me hubiera dado cuenta. Salí de la universidad y me dirigí a los aparcamientos, donde estaba mi coche. Tenía ganas de llegar a casa y acostarme. No había sabido nada de Justin desde ese día. No me había llamado, y yo no iba a llamarlo. Era demasiado orgullosa para eso. Había seguido viendo a Robert, él me invitó a desayunar y después nos fuimos al centro comercial. Simplemente no iba a dejar de salir con mi mejor amigo por una neura de Justin

A medida que me acercaba a mi coche vi a alguien apoyado en él. Fruncí el ceño. Cuando me quedaban solo unos metros para llegar me di cuenta que era Justin. Tenía una mano metida en el bolsillo de sus jeans, y con la otra mano sujetaba un cigarro. Cuando me vio llegar tiró el cigarro a un lado y echó el  humo hacia arriba.

Me puse frente a él. - Veo que no me has echado cuenta y has seguido viendolo - se cruzó de brazos.

-Te dije que no iba a hacerlo - abrí la puerta trasera y metí mis libros y mi bolso allí. - Además, no tienes ningun derecho sobre mi. - Miré a Justin y él alzó una ceja no esperandose eso.

-¿Ah no?

-No.

- ¿Eso significa que no eres nada mio? - cerré la puerta del coche y puse mis brazos en jarra.

- Yo no he dicho eso - Justin sonrió de lado, su móvil sonó y él lo sacó de su bolsillo.

-Tengo que irme, te veo luego - besó rápidamente mi frente - Dile a O'brein que meta sus narices en sus asuntos, o si no, tendré que intervenir - dijo mientras se alejaba de mi. Fruncí el ceño y quise golpear repetidamente a Justin. Me monté en el coche mientras lo maldecía una y otra vez.

Puse el manos libres del coche y llamé a Robert.

-Hola - su voz sonó por todo el coche.

-¿Por qué metes tus narices en los asuntos de Justin? - gruñí cabreada.

-¿Que? - sonaba confuso.

-Es lo que me ha dicho.

-¿Y lo crees? - dijo ofendido.

-Lo creo porque se que lo odias, Robert. Y se que andas metido por ahí. Así que habla, dime que estás haciendo.

- No estoy haciendo nada, _____. - suspiré.

-Justin no me lo habrá dicho por nada - paré en un semáforo. - Él se ha llevado una semana sin llamarme, me dijo que quería que me alejase de tí. Creo que son celos pero--

Robert soltó una carcajada - _____ no vale la pena que estes con él.

-Robert, venga ya.

-¿Quien le deja de hablar una semana a su... novia? - suspiré.

-Gracias por hacerme sentir mejor.

-No hay de que - se burló. - Tengo que dejarte, hablamos despues. Te quiero.

-Yo también. - la llamada se cortó.

Llegué a casa y vi a mamá en la cocina - Hola - le saludé. - ¿Y papá? - Me extrañaba que él no estuviera con ella ayudandola a cocinar, o simplemente dandole conversación.

-Él se está preparando. - la voz de mi madre sonó debil.

-¿Para que?

-Vuelve a Afganistan - el corazón se me encogió. ¿Se iba? Papá apareció vestido con su uniforme. Lo miré, el llevaba su mochila colgada de su hombro. - Dejaré la comida en el horno y te acompañaremos, le diré a Ashley que vaya directamente al aeropuerto - murmuró mamá saliendo de la cocina. Papá suspiró. 

Dejé mi bolso en la encimera y abracé a papá. Él soltó su maleta y me abrazó. Odiaba cuando él se marchaba, nunca sabía si iba a volver.  - Siento haberme portado así contigo - murmuró papá. 

- Todo esta bien. 

-¿Nos vamos? - dijo mamá. Asentí y cogí mi móvil guardandolo en mi  bolsillo. 

El camino al aeropuerto fue rápido, no podía dejar de pensar que él estaría en peligro el noventa por cierto del tiempo. Él solo había pasado cuatro meses en casa, y en esos cuatro meses habían pasado muchas cosas. Él nos había dejado por otra familia, había vuelto y-- 

Algo se encendió en mi cabeza. Tenía que hablar con él. - Papá - dije antes de que entraramos al aeropuerto, necesito hablar contigo. 

- ____- me regañó mamá. Ella estaba agarrada de su brazo. 

-Solo será un momento - miré a papá y este miró a mamá. Ella suspiró y se dirigió a la entrada del aeropuerto. - Cuando nos dejaste por la otra familia, no lo hiciste por que querías. Recuerdo que cuando llegaste me dijiste que estabas en investigación - papá sonrió. - Eres feliz con nosotros, no nos reemplazaste. 

-No, jamás podría reemplazaros. Solo tuve que hacer un pequeño trabajo. Pero todo esta bien ahora. No pude contartelo, ni a mamá, ni a Ashley. Ustedes ni siquieran vieron más allá.. pensé que tú lo harías. 

-Yo estaba demasiado dolida...

- Volvamos adentro, tu madre se va a desesperar. - sonreí ahora feliz. ¿Cómo no podría haberme dado cuenta?

Ashley no tardó en llegar y abrazó a papá con sus lágrimas saltadas. - Vuelve pronto. 

-Lo intentaré, espero estar aquí para tu graduación - ella asintió y se limpió sus lágrimas. Después me abrazó. Hacía tiempo que él no me abrazaba así, que no sentía que verdaderamente era importante para él. - Ten cuidado - le susurré. 

-Lo tendré. Prometeme que tú tambien lo tendrás. 

-Te lo prometo. 

-Ten cuidado con Bieber - se separó de mi y abrazó a la abuela. Después se dirigió a mamá. La besó y abrazó. Había visto esta imagen muchas veces, esperaba que él regresara. Limpié mis lágrimas cuando él se alejó de nosotras. Se giró y nos despidió con la mano. Se fué. Él se había ido y nos había dejado de nuevo. 

El camino a casa fue silencioso, ni mamá ni yo hablabamos. La abuela iba con Ashley en su coche, y ella la dejaría en su casa. - Espero que él vuelva como siempre lo ha hecho. - suspiró mamá. 

-Yo también. 

-Él no quería dejarte, quiere protegerte de ese chico. Él no se ha portado bien contigo estas últimas semanas, pero te quiere. 

-Lo sé. 


Subí a mi habitación después de almorzar, abrí la puerta de mi habitación y vi a Justin tirado en mi cama ojeando un cuaderno. - Pensé que no ibas a subir nunca - dijo cerrando el cuaderno y dejándolo en la mesilla. 

- Estaba almorzando. 

-¿Tan tarde? 

- Si - me quité mi camiseta de espaldas a él, quería ponerme el pijama. 

-¿Estás bien? - escuché la cama moverse. Me quité los zapatos y después los pantalones. 

-Si - me puse mis pantalones de pijama. Me giré y Justin estaba detrás de mi. Él cogió mi mentón y lo levantó. Su ceño se frunció levemente. 

-¿Has estado llorando?

-Papá se ha ido a Afganistán - la cara de Justin cambió. 


Twitter: @desirealba #BREATHE




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