Breathe

Breathe

Breathe

Breathe

domingo, 30 de marzo de 2014

Capitulo 19





" Nadie es quien parece, ni siquiera yo, Williams"


Miré hacia arriba y vi a Justin. Este dejó mi cintura y cogió mi mano. Tiró de mi entre la multitud. Empujé a la gente a medida que ellos se me echaban encima. 

Justin apretaba mi mano para que no nos separaramos. Subimos por unas escaleras, tropezando. Justin me sujetó y volvió a tirar de mí. 


Salimos por la puerta y pude respirar mejor. Justin volvió a tirar de mí - Corre Williams. - Le di a mis piernas la orden de que debía correr. 


Salimos del callejón y Justin me empujó a la pared más cercana y me acorraló poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza. 


- Si pasan por aquí, no pueden verme magullado - respiró agitado y me fijé en su rostro.


Dejé que mi respiración volviera a la normalidad. - Creo que no hay peligro - puse mis manos en su pecho y lo empujé suavemente. Estar cerca de él me ponía nerviosa. 


Un coche de policía aparcó a unos metros de nosotros. Ambos miramos y después Justin giró mi rostro y me besó. 


Me quedé con los ojos abiertos hasta que los cerré entendiendo que no iban a preguntarnos si estabamos así.  Le seguí el beso y puse mis manos en su pecho. Me separé de él cuando ellos se habían alejado de nosotros.


Lo empujé levemente- Ya se han-- sus labios volvieron a tocar los mios. Intenté no dejarme llevar y me deshice de su agarre pasando por debajo de su brazo. - Quedate - me giré y lo miré.


- No, nada será igual.


- Nadie es perfecto, he cometido errores.


- Necesito respuestas, solo me quedaré si eres capaz de darmelas. 


Conté los segundos que Justin tardaba en responderme. 


Diez segundos. Me giré dispuesta a caminar hacia mi coche, aunque ni siquiera sabía donde estaba. Me puse mi abrigo y metí las manos en mis bolsillos. 


- Te daré algunas respuestas - Justin me cogió de mi brazo y lo miré. Ahora podía ver mejor su rostro. ¿No le dolía? - Vayamos a casa, necesito curarme y cambiarme de ropa. 


- Esta bien. Antes tengo que llamar a Jane - Mi móvil sonó y lo saqué de mi bolsillo.  - ¿Si? 


- ¿_____? ¿Donde estás? ¿Estás bien? - dijo una Jane agitada.


- Si, estoy bien, y no se exactamente donde estoy - miré a mi alrededor. - Estoy con Justin - murmuré.
- Oh, ¿Estás bien?


- Si - me alejé un poco de Justin que me miraba con sus ojos penetrantes y me intimidaba. - Voy a hablar con él. ¿Quieres que te recoja?


- No, Reik me llevará a casa. Ten cuidado, ______. No me fio de Justin - suspiré. Era normal, yo ahora tampoco lo hacía.


- Vale, te llamo después.


- Que no se te olvide, adiós.


- Adiós - colgué y volví a guardar mi móvil en mis jeans. Me giré y caminé hacia Justin. - Mi coche está aparcado frente a una tienda de ropa de bebes creo. ¿Sabes donde es?


- Creo que si - me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera y así lo hice. Él se puso la capucha y caminé a su lado. 


No tardamos ni cinco minutos en llegar a donde había aparcado. Saqué las llaves del coche y abrí. Me quité mi abrigo antes de entrar al coche y lo puse en la parte trasera. Puse la calefacción y me puse el cinturón. 


- No se llegar a tu casa desde aquí - puse el coche en marcha.


- Te guio - asentí. 


El camino fue en silencio, salvo por las veces que Justin hablaba para decir "gira a la derecha, todo recto"
- Puedes aparcar por aquí, no creo que haya aparcamiento más allá. - asentí y en el primer sitio que vi aparqué. Justin se bajó y suspiré. ¿Estaba preparada para esto?


Me bajé cogiendo antes mi abrigo. Cuando cerré el coche me lo puse y seguí a Justin.


Él me aguantó la puerta para que pasara, encendió la luz y la calefacción.- Me gustaría ducharme, ¿Puedes esperar? - dijo quitandose la camiseta.


- Claro - me senté en el sofá y vi a Justin irse por el pasillo. Mordí mi labio nerviosa. Esperaba que no tardara mucho.

Miré las uñas de mis manos por quinta vez mientras que mi pierna temblaba de los nervios. Mi vientre tiraba en todas direcciones al no saber lo que Justin me contestaría.


Ni siquiera tenía muy claro lo que quería saber. 


Escuché la puerta del cuarto de baño abrirse y me tensé. Mi mente se burlaba de mi porque estaba dramatizando, pero realmente estaba... ¿Asustada? Si, creo que si. 


Justin apareció con una camiseta blanca de mangas cortas y unos pantalones de chandal grises.
Miré sus brazos y vi que se habia tatuado el otro tambien. 


Justin colocó una silla frente a mí, dejando una mesita de por medio. - ¿Que quieres saber?


- ¿Por qué me robaste? - le pregunté.


- Preguntaselo a tu padre - él se acomodó en la silla y miré hacia otro lado para no perder la paciencia. 


- Se supone que ibas a darme unas respuestas.


- Hay cosas de la que te tiene que dar cuenta tu sola, yo no pienso abrirte los ojos. - él me miró fijamente.


- ¿Que tengo que ver? - empezaba a desesperarme. ¿Que ocultaba?


- Quienes son realmente las personas que estan a tu alrededor. Nadie es quien parece, ni siquiera yo, Williams.


- Eso no hace falta que me lo jures - murmuré. Había descubierto que Justin no era como creía, pero no podía creer que aún me siguiera ocultando cosas. - Eso no vale, no estas respondiendo a mi preguntas, ¿De que conoces a mi padre? ¿Que te ha hecho el? ¿Tambien has robado a otra gente?


- Ya te he dicho que se lo preguntes a el joder, yo no tengo porque contarte quien co.jones es tu padre - se alteró.- ¿Has robado a más personas?


- Si.


- ¿Por qué?


- ¡POR PU.TA NECESIDAD! ¡POR LO QUE NOS HIZO EL GILIPOLLAS DE TU PADRE! - El se levantó y le dio una patada a la silla por lo que me levanté.


- ¿¡Que te hizo, Justin?! Dimelo - exigí, o más bien, rogué. - Él no es una mala persona.


- No vuelvas a decir que tu padre no es una mala persona frente a mí. ¿Es que ya se te olvidó lo que te hizo? - se acercó a mi y retrocedí un poco.


- Nosotros lo arreglamos - murmuré. 


Justin pasó una mano por su pelo. - Bien, puedes irte. 


- No, no he terminado. 

- Pues yo sí - me miró serio. 


- Pero--


- Nada, largate Williams. - Justin se apartó para que pudiera pasar. Cogí mi abrigo del sofá y me lo puse mientras me dirigía a la puerta. 




Iba pensando en todo lo que había pasado. ¿Que le habría hecho mi padre a Justin para que él se comportara así?

" Él ex-novio de mi madre nos dejó una deuda muy grande, primero nos arruinó y después nos abandonó"

"¡ROBO POR PU.TA NECESIDAD! ¡POR LO QUE NOS HIZO EL GILIPOLLAS DE TU PADRE" 


Una luces me alumbraron de frente y escuché que me pitaba. Giré el volante cuando me di cuenta que iba a estrellarme con otro coche.


Me incorporé al carril mientras que mi corazón iba a cien. ¿Mi padre había estado saliendo con Pattie? ¿Los había arruinado y después los había abandonado?


No podía ser. 


Aparqué frente a casa y bajé rápida del coche, quería estar en mi habitación para poder llamar a papá, tenía que aclarar todo esto. 


Cuando Ashley me abrió la puerta de casa la vi sonriente. - ¿Por qué sonries tanto? - fruncí el ceño.


- Papá ha vuelto - dijo emocionada. 


- ¿Ha vuelto? ¿Él habia vuelto con nosotras? - me asomé a la cocina, donde se encontraban papá y mamá, como si nada hubiera pasado. 


Papá me sonrió y fui a abrazarlo. No podía creer que él había vuelto. - Te he echado de menos - murmuré

.
- Yo tambien - él besó mi coronilla. ¿Que habría pasado con la otra familia?


"Nos arruinó y después nos abandonó" 


Me separé de él y lo miré. - ¿Puedo hablar contigo? 


- No ahora, ______ - mamá llamó nuestra atención - Ya está la cena. ¿Puedes ir a cambiarte? - asentí y miré una última vez a mi padre antes de subir arriba a ponerme cómoda. 


-¿Cuando se han arreglado? - le pregunté a Ashley cuando ella empezó a fregar los platos.


- Papá vino esta tarde, y los dos se metieron en la cocina a hablar - me dio el plato que había fregado y lo sequé con un paño para después guardarlo. - Por lo que pude escuchar, papá estaba muy arrepentido, y sabemos que mamá sigue locamente enamorada de papá. - asentí. - Creo que ellos han estado hablando antes, no creo que mamá le haya perdonado tan facilmente.


- Quizás es porque mamá no quiere verse sola - Ashley se encogió de hombros. - ¿Por qué habrá vuelto papá? 


- Somos su familia, ______.


- A él no le importó dejarnos antes.


- No lo se, solo deja que ellos hagan lo que quieran, al fin y al cabo, es su vida.


- Si, lo se. No voy a meterme, pero es solo que me parece raro - me encogí de hombros.
Cuando subí a mi habitación papá y mamá estaban metidos en la suya, asi que decidí no molestar. Hablaría con papá mañana. 




Me tendí en mi cama y cogí mi móvil. Tenía ganas de llamar a Justin y decirle lo que había pensado, por si había acertado. 


De todos modos, eso era dificil de creer, mi padre nunca haría eso. Él me enseñó los valores de la vida, me educó para que fuera una buena persona. 

Suspiré y cogí mi camara de fotos de la mesilla. La encendí y miré las fotos que aún estaban en la tarjeta de memoria. No había sacado las últimas fotos que me había hecho con Justin. Antes de que pasara todo esto.
Antes de que descubriera que él me había robado. Me gustaba Justin, por eso me dolía tanto lo que había hecho. Él me había dado una razón para seguir adelante. Con el me sentía bien. 


¿Quererlo? No sabía si quería a Justin. Cuando lo veía mariposas volaban por mi estómago. Cuando él me besaba o me rozaba mi corazón iba más rápido que de costumbre. 


Nunca me había enamorado, así que no sabía como me sentiría.  Pero supongo que lo quería, bueno, no lo suponía. De verdad lo hacía. 


Me metí entre las sábanas y apagué la lampara que habia en la mesita de noche. Imagenes del combate volvieron a mi cabeza. ¿Estaría bien? ¿Cuanto dinero habría ganado?


Desperté por el sonido de mi móvil. Alargué la mano y lo cogí. Abrí con dificultad un ojo debido a la claridad de la pantalla. Era un mensaje de Justin. Miré la hora :
04:00 am 


« No debí de haberte gritado, lo siento» 


¿Estaba despierto? ¿No podía enviar el mensaje a otra hora?




Cuando me desperté tenía el móvil en mi mano y el mensaje de Justin abierto. Lo cerré y dejé el móvil en la mesita. Por lo menos se había disculpado. Me levanté y me puse una sudadera.


Abrí la puerta y el olor a café se extendía por todo el piso de arriba, por lo que supe que mi padre estaba despierto. Bajé las escaleras y cuando entré en la cocina me lo encontré echándose un café en una taza, como todos los domingos a las nueve de la mañana.


- Buenos días preciosa. ¿Cómo has dormido? - me sonrió.


- Bien, ¿Y tu? - me senté en un banco, frente a él. 


- Mejor que nunca - lo miré frunciendo el ceño. - ¿Que pasa?


- Ashley dice que no debería meterme, pero no me importa. ¿Por qué has vuelto?


- ¿No te alegras de que haya vuelto? - me miró alzando una ceja.


- Claro que sí. Es solo que... cuando me dijiste que habías encontrado a otra familia...


- Me equivoqué. 


- Fuiste a pedirme perdón cuando estuve apunto de morir, ¿Lo hubieras hecho si nada se eso hubiera pasado? - me miró.


- Si, eres mi hija - volvió a mirar a su café.

- ¿Sabes? El otro dia fui a tomarme un café y me atendió una señora muy agradable, su nombre era Pattie. Ella me presentó a su hijo debido a que varios chicos no me dejaban, para que no me quedara sola.


- Debes de tener cuidado - movió su café lentamente.


- El hijo me contó que el ex-novio de Pattie los arruinó y después los abandonó - mi padre dejó de remover su café. - Una historia triste... - murmuré al ver las reacciones de mi padre. ¿Era verdad? ¿Él había hecho eso?


-Sí, muy triste - bebió un sorbo de su café y me quedé mirandolo. - Pero conozco a esa gente, será mejor que no te juntes con ella.


-¿Por qué?


-Porque te lo digo yo, soy tu padre. Ese chico, no es bueno, _____.


-¿De que lo conoces? - pregunté.


-Bien, hemos acabado esta conversación, pequeña.


-Pero papá-- él me interrumpió.


-Nada _____.- terminó de beberse su café y lo puso en el fregadero. Rodeó la mesa y fue a salir de la cocina.


-¿Fuiste tú quien los arruinó? - le pregunté. Sinceramente, tenía miedo de su respuesta.


-No, ¿Por qué piensas eso? - me miró realmente enfadado. - ¿Crees que yo haría algo así?


- No, por eso te lo pregunto - murmuré.


- ¿Te estas viendo con ese chico? 


- Buenos días - mi madre apareció con una sonrisa en su rostro, pero se le borró al ver la cara de enfado de mi padre. - ¿Que ha pasado? - ella se agarró al brazo de mi padre. 


- Contestame _______. ¿Él es quien te ha metido esas tonterias en la cabeza?


- No.


- Ahora vengo, cariño - besó la coronilla de mi madre y esta volvió a sonreir. Entró en la cocina mientras mi padre salia.


- ¿Viste un fantasma, cariño? - me giré y la miré. Negue con la cabeza confusa. 


- ¿No deberías de decirle a papá que te estás viendo con ese chico? - me miró antes de echarse en una taza el café que había hecho papá.


- No me estoy viendo con él, no desde... - mi voz disminuyó. Ella lo entendió, por lo que suspiró.
- Lo siento mucho, cariño. Ya llegará otro. 


Había que decir que mi madre estaba muy amable desde que casi muero. Supongo que jamás pensó que eso llegara a pasar. Al igual que Ashley. Fue un shock el verlas a mi lado con lágrimas en los ojos cuando desperté.


- ¿_______? - miré a mamá. - ¿Quieres desayunar? 


- Si, por favor. - me senté donde estaba sentada antes

.
- ¿Has tenido más pesadillas? - me preguntó mientras me echaba en otra taza café. 


- No desde principios de esta semana. - ella asintió. 


Desde que había salido del hospital tenía pesadillas constantes sobre lo que había pasado. Todo se revivía en mis sueños, una y otra vez.


Me vestí y me hice una coleta. Me puse mi abrigo antes de salir.- ¿Donde vas? - escuché la voz de papá detrás de mí.

- Con Robert - mentí.

- Ten cuidado, está nevando. Si nieva más fuerte, no salgas hasta que haya parado. - me coloqué mi bufanda.

- Esta bien, hasta luego - salí de casa y vi todo blanco debido a la nieve.

Caminé rápido hacia el coche y me metí dentro. Ni siquiera había avisado a Justin de que iba a visitarlo.
No podía creer que mi padre hubiera hecho eso. ¿De verdad había arruinado a Pattie y después los había abandonado? La idea de mi padre haciendo eso me hacia querer llorar.

Puse la radio para no pensar en lo mismo, tenía que ir pendiente a la carretera. Ayer me habia salvado por los pelos.

James Arthur sonaba por los altavoces y me encontré a mi misma tarareando su canción.

Aparqué y me bajé. Miré la calle, casi vacía. No tardaría en empezar a nevar fuerte. La puerta del edificio estaba abierta, así que entré y subí las escaleras lentamente hasta el segundo piso. Cuando llegue me dirigí a la puerta de Justin y respiré profundamente. Fui a llamar y ruidos se escucharon dentro.

Fruncí el ceño. Volví a escuchar otro golpe, o más bien algo caer, para después escuchar a hombres hablando y una maldición de Justin. ¿Y si le estaban haciendo algo?


Twitter : @desirealba #BREATHE

No hay comentarios:

Publicar un comentario