Breathe

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domingo, 29 de junio de 2014

Capitulo 30






"No te dejaré ir con él"


El desayuno se convirtió en una guerra de harina hasta que nos fijamos que nos observaban en la puerta de la cocina. Ambos nos quedamos parados, Justin con una mezcla de huevo y harina en su mano y yo con harina.

Rachel y Steph nos miraban desde la puerta. Ella lucía realmente enfadada mientras que Steph sonreía divertido.

- ¿Podemos hablar? - ella se dirigió a Justin.

- Claro - Justin me miró y pasó su mano por mi cara llenandome de huevo y harina antes de seguir a Rachel.

- Tonto - dije tirandole un paño, a lo que él rió.

- Veo que habeis redecorado la cocina - Steph estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina con los brazos cruzados.

- Si - miré a mi alrededor - ¿Te gusta? - le sonreí.

- Es muy original.

- Creo que limpiaré y me ducharé. 


Después de limpiar todo decidí darme una ducha. Cuando lié la tolla alrededor de mi cuerpo me miré al espejo, preguntandome que estarían hablando Rachel y Justin.


Salí del cuarto de baño, dirigiendome a la habitación de Justin a por algo de ropa. Cuando fui a llamar a la puerta, esta se abrió dejando ver a Rachel. Ella chocó con mi hombro y vi como se iba, sin ni siquiera despedirse de Steph. Miré dentro de la habitación y vi a Justin mirandome divertido.

- ¿Que te hace tanta gracia? - entré y cerré la puerta.

- Luces sexy - fruncí el ceño.

- ¿Estas bien? Rachel parecía enfadada.

- Estoy luchando conmigo mismo para no quitarte la toalla ahora, Williams.

- Mmmm... - negué con la cabeza - ¿Me estas escuchando?

- Quitate la toalla. - èl lamió sus labios.

Reí - No voy a quitarme la toalla. Necesito algo de ropa.

- No, no la necesitas - en dos grandes zancadas Justin estaba frente a mí.

- ¿No vas a decirme lo que has hablado con Rachel? - Justin pasó un dedo por mi clavícula.

- No es nada importante - me besó. - Te daré algo de ropa. - se separó de mí abrió el cajón de la mesita de noche sancando unos boxers. Después me dio una sudadera.

Justin salió de su habitación para ducharse y yo aproveché para cambiarme. Me quité la toalla y me puse sus boxers. Encontré mi sujetador en el suelo y me agaché a cogerlo.

Sentí una foto a mi espalda y me giré mi cabeza. Justin sostenía mi cámara y miraba la foto que había hecho sonriente.

Me puse el sujetador y me acerqué a él. -¿No ibas a ducharte?

- Encontré tu cámara en el salón. Esa fue una foto digna. - Justin me miró de arriba abajo y me sentí desnuda bajo su mirada. - Luces perfecta con mi ropa interior.

Le sonreí. - Me gustaría que te ducharas, así podría abrazarte sin llenarme de nuevo de harina - besé su mejilla. Me puse la sudadera de Justin y vi de nuevo el flash. - Justin - me giré.

- Lo siento - apagó la cámara - Hay pantalones en el armario, no me acordaba que estaba aquí Steph - asentí.



Me senté en el sofá con Steph después de comer algo. Podria jurar que Justin tardaba más que una chica duchandose.

- Si no estas viendo la televisión - Steph levantó la vista de su móvil - Podrías dejarme el mando. Estás haciendo que muera de aburrimiento.

- Mmmm... no - volvió a mirar a su móvil y le tiré un cojín.

- Eres un poco insoportable. - Steph me tiró el cojín de vuelta. - ¿Puedo preguntarte algo?

- ¿Me llamas insoportable y ahora quieres preguntarme algo? - alzó una ceja hacia mi.

- Sabes que no iba en serio, creo - sonreí. - Sigue... ¿Sigue Justin metido en los robos?

Steph me miró un momento y después volvió a mirar a su móvil. - Eso deberias preguntarselo a él.

- Él me dirá que no para que no me preocupe y no lo juzgue. ¿No vas a responderme?

- No

- Eso es que sigue robando - suspiré.

Llamaron a la puerta y Steph se levantó - No deberías meterte en eso, ______. - Steph desapareció por un pequeño pasillo para abrir la puerta. El sonido de un disparo me sobresaltó.Mi corazón golpeaba fuerte contra mi pecho.Debería correr, pero mis piernas no reaccionaban.

Las puse a funcionar y salté por el sofá cuando vi a alguien aparecer en el salón. Escuché otro disparo y choqué con Justin cuando entré en su habitación. Me puse detrás de él pero me separó con su brazo. Me pegué a la pared mientras Justin levantaba su puño y le pegaba al hombre del disparo.

Escuché otro disparo y me trasladé al rincón - Largate,Williams, corre - dijo Justin mientras él hombre le daba con fuerza en su mandíbula.

Me levanté y corrí dejando al hombre y a Justin detrás. Cuando iba por el pasillo cogieron mi pié y caí. Puse mis manos para no dar con la cara en el suelo.

Pegué una patada al dueño de esa mano y fui a la salida. Steph estaba pegado a la pared con la mano en su hombro. - Oh dios mio - me agaché a su lado - ¿Estas bien?

- Si, vete Williams, ahora - indecisa me levanté y salí dejando la puerta cerrada. ¿Donde iba? Tenía que buscar ayuda. No podía quedarme aquí.

El suelo estaba frío debido a que solo llevaba puesto unos calcetines de Justin. ¿Cómo estaría él?
Cuando fui a abrir la puerta del portal me choqué con Robert. Él me abrazó y yo correspondí a su abrazo. No me había dado cuenta de que estaba llorando.

- ¿Ellos estan arriba? - asentí.

- ¿Williams? - escuché la voz de Justin. - ¿Nena? - me solté de Robert.

- Estoy aquí. - conseguí decir.

- No te dejaré ir con él - Robert me cogió del brazo y lo miré.

- ¿Algún problema O'brein? - Justin se quedó parado en medio de las escaleras.

- Mi problema es que estes cerca de ella.

- O'brein, haz algo productivo y ayudame tenemos que deshacernos de algo.

- ¿Has vuelto a ver ratas en tu casa? - una señora mayor bajó las escaleras.

- Si señora Greene, una rata muy grande.

- Ugh, deberias de llamar a alguien que desinfecte eso, no me imagino si una rata entra en mi casa.

- Ya sabe que puede llamarme.

- Siempre lo tengo en cuenta - 

ella palmeó el hombro de Justin y siguiô bajando. Cuando ella saliô Justin volvió a dirigirse a Robert.


- Sube si no quieres que rompa tu cara - Justin subió y miré a Robert. Hacia tiempo que no veía a Justin así de serio.

- Subamos, Steph está herido. - tiré de Robert y este suspiró.

Me encontré cosiendo la herida de Steph. Gracias a dios, solo había rozado, aunque lo suficiente para necesitar varios puntos.

- ¿Donde has aprendido a hacer esto? - me preguntó Steph.

- Un día tuvieron que cogerle puntos a mi padre, observé a la médica - me encogí de hombros.

- Me gustaría que vinieras esta noche para ayudarme - escuché un susurro de Justin.

- ¿Por qué debería hacerlo? - dijo esta vez Robert.

Justin bufó - No me hagas amenazarte de nuevo.

- Deberías solucionar en lo que estás metido. La estas poniendo en peligro. - casi pude imaginarme a Justin pasando una mano por su pelo.

- No lo hago a propósito.

- Deberías parar esto hasta que no lo soluciones.

- Lo tengo todo controla--

- Claro, tienes un hombre muerto en la bañera, lo tienes todo controlado. - terminé de ponerle la venda a Steph y me agradeció el haberle ayudado.

Fui a la cocina a lavar mis manos. Me sentía en shock. Como si una parte de mi cerebro no pudiera procesar lo que había pasado.

- _______ - mi nombre sonó suave entre sus labios. Sus manos en mi cintura y me giré.

Justin tenía su ceño levemente fruncido. - ¿Estás bien? - asentí. - No me mientas, _______.

- Has matado a una persona - negué con la cabeza.

- Nena, esa persona quería matarme.

- Justin, necesito que seas sincero conmigo. ¿En que estás metido? - Justin dejó caer sus manos a sus costados y me miró.

- Apuestas - se encogió de hombros.

- Apuestas - repetí - ¿Por eso quieren matarte?

- Apostaba con gente que no debería.

- Y te quieren matar porque les debes dinero.

-Así es.

- ¿No te da para pagarle con lo que ganas en el taller y en las peleas? - Justin se quedó callado mirandome.
- Bueno, no se por qué estoy tan tranquila, supongo que me esperaba algo peor o...

- ¿Algo peor? - Él alzó una ceja - ¿Te parece poco que quieran matarme porque le debo dinero a un mafioso? - Justin se giró.

- Lo siento, yo... estoy un poco aturdida con todo esto - me encogí de hombros - Será mejor que me vaya - fui a salir de la cocina y Justin me agarró del brazo.

- No quiero que te vayas.

- Es lo mejor, no puedo estar aquí pensando que hay un hombre muerto en tu ducha y de que quizás puedan venir otra vez. - Justin me soltó.



Robert me esperaba en la escalera. Me había puesto mi ropa y ahora estaba despidiendome de Justin. - Avisame cuando todo este bien - Justin suspiró.

- Esta bien - puso una mano en mi cintura. - Sabes que te quiero. - él levantó su mirada para encontrarse con la mia.

- Lo se - me puse de puntillas y lo besé. - Ten cuidado. - dije sujetando su mejilla con mi mano.

- Lo tendré - Justin besó la palma de mi mano y me dejó ir.

Robert me cogió de la mano y me guió por las escaleras. Todo en lo que podía pensar era en ver a ese hombre entrando en el salón armado, a Justin recibiendo golpes y a Steph herido. Él debería de haber idi al hospital, pero no quería que avisaran a la policía. Lógico.

- ¿No me vas a llevar a casa? - murmuré viendo como Robert paraba frente a su casa.

- Mi madre tiene muchas ganas de verte - se encogió de hombros. Entremos antes de que empiece a nevar más fuerte - asentí.

La señora O'brein me recibió con un cálido abrazo. - ¿Como has estado ______?

- Bien, ¿Y usted?

- Bien cariño.

La acompañé a la cocina para ayudarla a hacer de comer mientras Robert encendía la chimenea.
- ¿Cómo te van los estudios?

- Bien - le sonreí.

- ¿Y... el amor? ¿Cómo te va? - ella enjuaba las hojas de lechuga mientras yo cortaba los tomates.

- Bien.

- ¿Ya tienes a alguien? - asentí - Oh... verdaderamente yo pensé que Robert y tú bueno... acabaríais juntos - momento incómodo - Se os ve muy bien juntos y bueno, la manera en la que él se preocupa por ti...

- Lo entiendo, solo somos buenos amigos cuidandonos el uno al otro.

- Claro - me sonrió.

- Apuestas, Robert, apuestas - bufé mientras caminaba de un lado a otro por la habitación de Robert. - No lo entiendo. ¿Tanto dinero debe para que quieran matarlo?

Robert se encogió de hombros. - ¿Ya te has acostado con él? - fruncí el ceño.

- ¿Que te importa? - alcé una ceja.

- Me importa.

- Eres un cotilla Robert O'brein. - me senté a su lado en la cama.

- ¿Tuvo cuidado? - me miró.

- Lo tuvo, tranquilo - pellizqué sus mejillas. - Todo está bien.

- Toma precaución, niña. No quiero tener una sobrina ahora.

- ¡Robert! Claro que tomamos precaución tonto. Además me estas avergonzando.

Robert me miró - Imposible, no te averguenzan esos temas.

- Vale, no, pero es raro hablarlo contigo. ¿Sabes?

- Esta bien - suspiró y cogió mi mano. Eso me hizo sentir como si le estuviera fallando a Justin. Yo me había quejado de Rachel...

Decidí no pensar en eso.

Cuando llegué a casa mamá no me preguntó nada, pero me miraba sonriente. Después de decirle que iba a dormir en casa de Justin, es normal que me mirase así. Lo que no me esperaba que me dijera fue " Ya que tienes un novio formal, deberíamos ir al ginecólogo para que te recete las pastillas, no queremos un susto".


Twitter: @desirealba #BREATHE

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