Capitulo 33

"Él no te quiere" (Penultimo capitulo)

Entré en mi habitación después de contarle a mamá y a Ashley lo que había pasado. Dejé mi bolso en el escritorio y me tiré en la cama. Solo necesitaba dormir.

Estaba completamente frustrada. Me dolia la cabeza y tenia fatiga. Necesitaba recordar que había pasado, y tenía que intentar decirle a mi madre que estaba embarazada. Quería decirselo primero a Justin. Recordé a la chica de ayer. ¿Quien era?

¿Y si él ya me había reemplazado? Robert me avisó sobre él y no quise escucharlo.

Me llevé en la cama todo el día, ni siquiera comí. Jane vino a verme y me miró confusa mientras le explicaba que había pasado.

- No lo entiendo - dijo después de un momento en silencio.

- Yo tampoco.

- ¿Has llamado a Justin? - negue con la cabeza y ella frunció su ceño - Llámalo, quizás él sepa algo. - cogí mi móvil y le di a una de sus últimas llamadas perdidas.

Puse el movil en mi oreja y esperé. - ¿Si? - era la voz de una chica. Miré a Jane y me quedé callada. - ¿Hola?

- ¿Quien es? - escuché la voz de Justin por detrás.

- No lo se, no contesta.

Esta vez escuché la voz de Justin y me estaba llamando. - Tengo llamadas perdidas tuyas, ¿Sabes lo que me pasó después de dejar el taller?

Justin suspiró - Espera, Natalie, ahora vengo. - Justin tardó unos segundos en volver a hablar de nuevo. - Ellos te retuvieron durante unas horas.

- ¿Ellos?

- La gente a la que le debía dinero.

- ¿Y que pasó?

- Todas mis deudas estan pagadas ahora, Williams. - suspiré.

- Justin... tenemos que ha--

- Williams tengo que dejarte ahora, te llamo después. - colgó.

Me quedé esperando una llamada que nunca llegó.

Mi almohada fue empapada en lágrimas esa noche tambien. Cuando me desperté mi móvil estaba en mi mano, aún esperando su llamada. Necesitaba hablar con él, así que iría a su casa.

Fui al cuarto de baño y vomité en el inodoro. Me puse de rodillas frente a él. Estaba muy cansada todavía. Tiré de la cadena y vi mi rostro en el espejo. Estaba un poco pálida. Lavé mi cara y después los dientes. Cuando salí del cuarto de baño me encontré con mamá.

- ¿Cómo estás? - me preguntó.

- No me encuentro muy bien, estoy un poco mareada. Puse la mano en la pared para sostenerme mientras iba a mi habitación. Mamá me sostuvo y me ayudó a ir a mi habitación.

- Será mejor que vayamos al médico.

- No, estoy bien. Será una bajada de tensión. - Mamá me puso las piernas en alto.

- ¿Que ha pasado?-  escuché la voz de Robert pero no abrí los ojos para verlo

- Está mareada.

- ¿Por qué no la llevamos al médico?- dijo esta vez Ashley.

- No quiere ir. - Mi móvil sonó y mi corazón golpeó fuerte contra mi pecho.

- Tengo que cogerlo - dije intentando coger el móvil.

- Claro que no - dijo mamá. - Verás la llamada después.

- Yo lo cogeré - Vi a Robert coger mi móvil.

-Yo lo haré - dijo Ashley.

Me quedé con mamá y Robert en mi habitación. - Voy a por un poco de agua. - dijo mamá. Robert me sujetó las piernas. 

-¿No se lo has contado?- me preguntó. Negué con la cabeza. 

- Ni siquiera se como decirselo a Justin - puse una mano en mi frente - Tengo que ir a hablar hoy con él, pero tengo miedo, Robert.

- Sabes que estoy aquí, ________. Jane y yo seremos los mejores titos - sonreí con lágrimas en los ojos - Te cuidaremos si él no lo hace. - asentí. 

- Todo solucionado. - dijo Ashley entrando a la habitación.

- ¿Quien era? - le pregunté.

- Justin no volverá a molestar más. 

-¿Que? - susurré - ¿Que le dijiste?

- Nada, solo que no querías saber nada más de él. - Robert soltó mis piernas.

-¿Por qué le dijiste eso? - me incorporé y todo me dio vueltas - ¡No es verdad! Quiero estar con él. 

- ¿Y si él no quiere estar contigo? ¿Has pensado en eso? Porque si de verdad le importara ya hubiera venido a buscarte - dijo. Lloré. Lloré porque ella tenía razón, y eso me hacía sentir muy mal.

-Ashley - mamá llamó su atención y ella cerró su boca. - Fuera. - mi hermana bufó y salió molesta de mi habitación. 

Robert me abrazó. - No llores, hija. Encontrarás a alguien. 

Soltera y con un hijo. Solo quería desaparecer. - Shhhh - dijo Robert acariciando mi pelo. 

Cuando conseguí relajarme, mamá ,e dejó sola con Robert. Estabamos tendidos en mi cama, sin hablar. Él me tenía entre sus brazos y sus caricias me ayudaban a calmarme. Tal y como lo llevabamos haciendo hace años. Él venía, me abrazaba y me hacía sentir bien, segura. Nunca me había sentido así con nadie, solo con él, y con papá cuando era más pequeña. Pero eso cambió cuando conocí a Justin.

- Tengo que ir a verlo. - me separé de Robert.

-¿Vas a ir ahora? Va a empezar a llover. - miré hacia mi ventana. Era cierto, pero no importaba. Tenía que hablar con él hoy. 

Saqué unos jeans y una camiseta y me cambié delante de Robert. No era la primera vez que lo hacía, pero mi cuerpo había cambiado desde la última vez. 

Cogí mi bolso y Robert se puso de pie. -

Te llevaré. No puedes conducir así. - asentí y lo abracé. 

-Gracias - susurré. Él besó mi coronilla y pasó su mano por mi espalda reconfortandome.

- No tienes que darlas. - cogió mi mano y Robert le dijo a mamá que iramos a ver a su madre, así me despejaba. Mamá me miró no muy convencida pero aceptó.

-¿Llevas tu inhalador? - me preguntó Robert. 

- Si - intenté que mi respiración se normalizara. Estaba nerviosa. Muy nerviosa. Robert aparcó. 

- ¿Quieres que te acompañe? - negué con la cabeza. 

- Estaré bien. - respiré hondo. Habia empezado a chispear así que salí del coche despidiedome antes de Robert y me apresuré al portal de Justin cuando vi a una mujer entrar. 

Subí las escaleras y me quedé quieta cuando estuve frente a la puerta. Limpié mis manos en mi chaqueta y llamé. Esperaba que me abriera Justin, Steph o Mindy, incluso la chica rubia. Pero no pensé que Rachel lo hiciera. 

- Necesito hablar con Justin. 

- Él no está ahora mismo ¿Por qué no lo esperas dentro? - la miré un momento. ¿Había estado llorando? Entré y me quedé de pie. Había una caja de pizza en la mesa y Rachel se sentó en el sofá.

-¿Tardará mucho en llegar? - le pregunté.

- Espero que no. Quiero contarte algo. 

Sé que no hemos empezado con mal pie. Pero me gustaría decirte algo. Justin no es de fiar.

-¿Como?

-Él... bueno, cuando se dio cuenta de que eras la hija de Derek mmmmm... - ¿Ella estaba nerviosa?

-¿Que pasó?

-Él hizo un plan. Solo quiere venganza, ________. 

-¿Venganza?

-Quiere hacerle daño a tu padre a través de ti. 

Me quedé un momento callada - Mientes.

-No, no lo hago. ¿Crees que todos esos encuentros eran casuales? - negó con la cabeza. - ¿Crees que todo lo que te dijo es verdad? Justin no quiere a nadie. Solo se preocupa por él. ¿Por qué crees que no ha ido a buscarte ya?

Lamí mis labios secos y mordí mi labio inferior para evitar que temblara. 

Recordé que el día en el que me di cuenta de que Justin había robado en mi casa, ellos estaban hablando algo de un plan. 

- Él no te quiere, _______. - Busqué mi inhalador en el bolso. Cuando lo encontré, lo abrí y me lo puse en mi boca. - ¿Crees que él se podría enamorar de una persona como tú? Has sido muy ingenua. 

Mi móvil sonó y me obligué a soltar el inhalador. El nombre de Ashley apareció en la pantalla.

-¿Si? - contesté.

- ¿________? Es papá - sollozó.

Justin's point of view

Llamé a Williams cuando desperté esa mañana. Cuando terminé el combate estaba demasiado cansado, asi que me quedé dormido cuando puse mi cabeza sobre la amohada.

- ¿Si? - Ashley.

- Pasame a ________.

- ________ no quiere saber nada de ti. - dejé de respirar por un momento.

- Ella me pidió ayer que la llamara, dile que se ponga.

- Justin, ahora ella no puede ponerse. Hablemos en serio. No le convienes a mi hermana. Te la tiraste, dejala ya. Ella necesita algo más. Tú no eres suficiente, lo sabes.

- Tú no sabes nada, Ashley.

- Claro que se. Trabajas en un taller y te dedicas a peleas ilegales. Mi hermana se sacará la carrera de derecho, y conocerá a alguien digno de ella. No vuelvas a llamar - ella colgó. 

Miré el teléfono. - ¿Estás bien? Natalie salió del baño y asentí lentamente. No debería de haberle hablado así. 

Sabía que habia sacado las cosas de quicio. El que ella sugeriera que podía ayudar a pagar mi deuda me hizo enfafar. Ella no tenia por qué usar su dinero en mis errores. 

Cuando me llamaron y escuché su voz... Tenía que conseguir el dinero en tres horas, así que fui a ver a mi entrenador y le pedí el dinero que me debía. Él no me lo dio hasta que no lo amenacé. 

Después le pedí algo de dinero a los chicos, hasta que conseguimos reunir el suficiente. 

Esa misma noche fui a visitarla. Entre por su ventana y la vi dormida. Vi en la claridad de la noche su rostro pacífico, pero a la vez preocupado. Saber que ella estaba bien me tranquilizaba. 

Quizás lo que dijo Ashley era cierto. ¿Que hacía Williams conmigo? Ella se merecía a alguien que no fuera robando por las casas para conseguir algo de dinero. Alguien que no se dedicara al boxeo ilegal. Ella no se merecía sufrir por mí. 

Así que si Williams no quería saber nada de mí, hacia todo esto más fácil. Ahora solo quedaba poder olvidarme de ella pronto.

Imposible.

- Tierra llamando a Justin - Natalie pasó su mano frente a mi rostro. -Me alegro de que estés aquí - sonrió. - ¿ Te vistes y me llevas a la estación? Mi tren sale dentro de una hora. 

- Claro, no tardo nada - ella sonrió y asintió.

Cuando Natalie me dijo de pasar conmigo unos días me había negado, porque estaba el noventa por ciento de mi tiempo pensando en ________. Pero ella me llamó diciendome que estaba en la estación, así que no tuve más remedio que ir a recogerla.

- Espero que volvamos a vernos - dijo antes de pasar su ticket.

- Yo tambien - la abracé - Iré a veros algún día.

- Espero. que ese días traigas a _______. Arregla las cosas con ella, Justin.

- Lo intentaré - ella asintió y besó mi mejilla. 

Conocí a Natalie cuando su coche se quedó parado en la carretera. Yo iba a su pueblo así que la ayudé. Fuimos amigos desde entonces.

Fui a ver a mamá antes de volver a casa. - ¿Como te va con esa chica? - preguntó el abuelo haciendo que mamá lo mirara.

- No estamos juntos ahora - removí un poco mi café. 

- ¿Por qué? - pregunto mamá. 

- Siempre arruino todo, lo sabes. - no levanté la vista de mi café.

- ¿No fuiste a arreglar las cosas? - miré a mamá sorprendido. 

-No, aun no. Su hermana me ha dicho que ella no quiere saber nada más de mí. 

- Por eso no quería que estuvieras con ella, es igual que Derek - escupió mamá. 

- No, ella es diferente. Todo fue mi culpa, porque no acepté su ayuda. 

- ¿La quieres? - preguntó la abuela. La miré.

- Si - mamá suspiró. 

- Bien, si esa chica te da una segunda oportunidad yo tambien se la daré. - fruncí el ceño y miré a mamá. - Solo quiero que estes bien. No quiero verte así -suspiró- así que intentaré conocerla. 

Los abuelos sonrieron. Me levanté y abracé a mamá por detrás dandole un beso en su mejilla.

La casa estaba vacía. Steph estaba en casa de Mindy debido a que Natalie estaba aquí. No es que este fuera un piso muy grande. Solo teniamos dos habitaciones.

Miré mi móvil encima de la mesa y lo cogí. Entré en galeria y vi las fotos que tenía. La mayoría con ella. En mi cama, en el parque, en su habitación, en el coche. Ella siempre cogía mi móvil y empezaba a sacarse fotos, y a sacarnos fotos.

" Eres como todas" "Si sales por esa puerta no vuelvas, todo se acabó"

Suspiré y pasé mis manos por mi rostro. 

Llamaron a la puerta y me levanté. Una parte de mi esperaba verla a ella. Pero no, era Rachel. - Vaya, veo que te alegras de verme - ella sostenía una caja de pizza. Me empujó a un lado y entró. Cerré la puerta y vi que ella estaba un poco mojada. 

- ¿Quieres algo de ropa? - ella movió su cabeza de lado a lado. 

- Estoy bien. Aún no ha empezado la tormenta. - dejó la caja de pizza encima de la mesa. - ¿Que ocurre? 

- ¿Que haces aquí? - le pregunté.

- Habia quedado contigo para animarte. ¿Recuerdas? - No, no me acordaba. 

- Lo siento. Después de esto iré a ver a Williams.

-¿Que? ¿Ya lo habeis arreglado? - negué con la cabeza - Entonces vas a verla para arreglarlo - asentí.- Sabes que no lo veo bien - suspiró. 

- Nunca ves algo bien si se trata de ella. 

- Bueno, lo siento, pero ya sabes que no me cae bien. No todo el mundo puede caerme bien. 

- ¿Que quieres Rachel? - me acerqué a ella, pero esta no retrocedió. 

- ¿Que?

-Dimelo. ¿Quieres que te toque?- su rostro cambió. La empujé a la pared más cercana. 

- ¿Qu-e?

-¿Quieres que te bese? - ella estaba nerviosa. Todo su cuerpo temblaba, podía sentirlo ya que estaba haciendo presión sobre ella. 

-Y-yo no se de-- rocé un poco mis labios con los suyos. 

- Haré lo que sea porque dejes de ser una amargada respecto a mi relación. ¿Quizás quieres que te folle? - sentí su mano haciendo contacto contra mi mejilla. Ella me había pegado. Me separé de ella. Sus ojos estaban brillantes y me miraba con odio y dolor. - Bajaré a por algo de beber - cogí las llaves y me puse mi chaqueta. 

Me odiaba por haberle hablado así. Pero me tenía cansado con sus celos tontos hacia Williams. 

No tardó mucho en ponerse a llover. Compré una botella de Coca-cola y salí de la tienda. Me apresuré al portal. Había empezado a llover más fuerte. Cuando fui a entrar alguien me empujó y entré tropezando dentro. 

-¿Donde está _______? - me pregunó Robert, él estaba igual de mojado que yo. 

- ¿Que? No lo se - pasé una mano por mi pelo.

- Ella subió hace como media hora para hablar contigo. Estaba preocupado. Quizás aún esté arriba. 

Subí las escaleras rapido seguido por Robert. Abrí la puerta de casa y vi a Rachel sentada en el sofá.

- ¿Y ________?- le pregunté.

- Ella se fue hace un rato. 

- ¿Por qué no esperó? - Rachel se encogió de hombros.

- ¿Donde habrá ido? - preguntó Robert. 

- No lo se. 

- Ella recibió una llamada y se fue. 

- Vamos a buscarla. 

-Pero Justin... - Rachel se levantó. 

- Rachel - la cogí de sus mejillas - Siempre he mirado por ti, dejandola a ella en un segundo plano. La perdí por eso. Ella es importante para mi, tú tambien lo eres, pero quiero tenerla de vuelta. ¿esta bien?- ella cerró sus ojos y asintió.

- Lo siento - dijo. 

- No importa. 

- No, Justin. Verdaderamente estoy muy arrepentida de lo que he hecho. 

¿A que se refería? Iba a preguntarle pero O'brein llamó mi atención y salí corriendo esperando encontrarla.

- No ha podido ir muy lejos con esta tormenta - dijo Robert. 



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