Breathe

Breathe

Breathe

Breathe

domingo, 1 de diciembre de 2013

Capitulo 1





 "Gracias preciosa, volveremos a vernos"


Me encogí en mi abrigo y aligeré el paso para llegar a casa pronto. Me había retrasado en casa de Jane, así que la oscuridad se cernía sobre la ciudad haciendo un ambiente más frío.
Cuando fui acercandome a la puerta de casa rebusqué en el bolso las llaves hasta que las encontré. Abrí la puerta de casa y entré agradeciendo el calor que hacía allí. Encendí la luz de la entrada y me quité la bufanda y el bolso para corgarlo en el perchero junto a una de las chaquetas de mamá. Froté mis manos por encima de los guantes y me los quité dejandolos encima de la cómoda de la entrada.

Encendí la luz de la cocina y bebí un poco de agua apoyada en la encimera. Un golpe proveniente del piso de arriba hizo que me sobraltara. Dejé el vaso encima de encimera y caminé lentamente fuera de la cocina. Me quedé mirando por las escaleras al piso de arriba. Mi mente viajó horrorizada a las películas de terror. ¿Y si era la chica de The Ring? ¿O la del exorcista?
Negué con la cabeza intentando despejar esos pensamientos de mi mente. Fui a la cocina y cogí un cuchillo. Salí lentamente de ella y subí las escaleras sin hacer ruido.

Tragué saliva sonoramente y una sensación de pánico se extendió por todo mi pecho cuando escuché otro ruido. Quizás habían dejado una ventana abierta. Encendí la luz del pasillo cuando llegué arriba y  abrí la puerta de la habitación de mi hermana, encendí la luz y observé que todo estaba en orden. Apagué la luz y fui al cuarto de baño, viendo todo en orden. Fruncí el ceño, quizás me estaba volviendo loca. Fui a mi habitación y vi la ventana abierta y mi lapicero caido encima del escritorio. Respiré aliviada y me acerqué a la ventana para cerrarla dejando el cuchillo en el escritorio. La cerré y suspiré relajandome, ya que había estado en tensión.

Escuché crujir la madera detrás de mi y fui a girarme pero una mano tapó mi boca y la otra me cogió de la cintura. Solté un grito ahogado debido a su mano sobre mi boca y empecé a moverme nerviosa presa del pánico. Vi el cuchillo encima de la mesa y lo cogí cortando la mano que cubría mi boca.

- Oh joder - jadeó el chico. Me safé de su agarre - Maldita perra - pisé su pié y salí corriendo sintiendo a mi corazón bombear con fuerza. Salí de mi habitación y tropecé con algo, haciendome caer al suelo en plancha y soltar el cuchillo. Gateé pero alguien atrapó mi pierna. Jadeé y miré hacia atrás para ver a otro chico con un pasamontañas y todo vestido de negro sujetando mi tobillo. Le di en su mano con mi otro pie y empecé a gatear desesperada de espaldas mientras veía a ese chico acercarse a mi lentamente. Me fui a levantar pero cogió mi brazo y me pegó a la pared. Poniendo un brazo debajo de mi cuello y un arma apuntando a mi sien. Respiré con dificultad sintiendo  pánico.

- ¿Donde está el dinero? - dijo con voz ronca.

- No lo se - dije agitada intentando no ponerme a llorar.

- Vives aquí, tienes que saberlo. Dinero, joyas. ¿Donde?

- ¿Quien crees que vive aquí? - dije respirando con dificultad.

- Joder, esa puta me ha hecho un buen corte - se escuchó. Ni siquiera miré al otro chico. Los ojos del que me estaba apuntando con el arma me miraban fijamente, haciendome temblar.

- ¿Donde están pequeña? No tenemos mucho tiempo - pasó el arma por mi clavícula.

- Habitación principal, debajo del espejo de la cómoda hay dos cajones pequeños, en medio, es como si no hubiera nada, presiona uno de los laterales y se abrirá. - el chico que me estaba apuntando le hizo una seña al otro y este fue a la habitación de mis padres. Dejé de mirar los ojos del chico y miré su cuello tapado por el pasamontañas.

Aún la pistola estaba en mi sien. - Están aquí - se escuchó. El chico dejó mi cuello libre y me cogió del mentón para que mirase hacia arriba. Sus pulgares pasaron por mis mejillas limpiando mis lágrimas haciendome sentir verdaderamente incómoda. Se separó un poco de mi para mirar mi cuerpo y lamió sus labios. Miró mi pecho, donde tenía un colgante que me había regalado mi abuela antes de morir. Él cogió la cadena entre sus manos y tiró de ella haciendome daño y arrancando la cadena de mi cuello. - Ya está vamonos. - el otro chico salió de la habitación de mis padres.

- Bien, la ataré - tiró de mi brazo.

-¿Que? ¿Por qué? - jadeé.

- Oh cariño, no dejaremos que llames a la policía, no ahora - me llevó a la planta de abajo y ató mis muñecas a la escalera. El otro chico salió de la cocina poniendo un paño en su herida. - Gracias preciosa, volveremos a vernos - sollocé y se quitaron el pasamontañas antes de salir de casa, dejandome ver sus nucas. Apagaron la luz y salieron.


La puerta se abrió y levanté la vista. La luz se encendió y mi hermana y mi madre entraron.

- ¿Que ha pasado? - preguntó mi madre asustada soltando las bolsas en el suelo y corriendo hacia mi.

- Han entrado a robar - dije ya más tranquila.¿Cuanto tiempo me habia llevado allí?

- Oh dios mio - mi madre pasó de mí y subió las escaleras corriendo.

Mi hermana se quedó mirandome. - ¿No vas a soltarme?

- ¿Han robado algo de mi habitación? - se acercó a mi y me desató. - No que yo sepa - toqué mis muñecas.

- Han robado las joyas de la abuela - mamá bajó triste por las escaleras - Llamaré a la policía.

- Estoy bien ¿Eh? - dije viendo como ellas ignoraban mi estado.

- Eso ya lo hemos visto - mi hermana subió las escaleras seguramente para asegurarse de que todo estaba en su sitio.

- ¿Como eran ______? - dijo mi madre saliendo del salón. - ¿Viste algo?

- No, ellos iban con pasamontañas y ropa negra. - ella asintió y metí mi rostro entre mis manos sintiendo cómo todavía temblaban. Recordé la mirada del chico que me apuntaba con el arma y recuerdos de hace unas noches volvieron a mi mente. 


" - ¿Y como te llamas? - me preguntó el chico rubio. Seguí con mis manos puestas en la calefacción del coche.

- Anónimo - dije sentandome bien en el asiento.

- ¿Anónimo? - dijo casi riendo y asentí.

- ¿Y tú?

- Blezzie - sonreí de lado.

- Y ... ¿De donde eres anónimo?

- Narnia ¿Y tú?

- Yo soy de swagworld. - mordí mi labio para no reir.

- ¿Edad? - miré por la ventana viendo como nos ibamos adentrando en Toronto. Increible que hubiera caminado tanto sola.

- Dieciocho.

- Oh venga, ¿También me vas a mentir con la edad? - lo miré y reí.

- No te he mentido con la edad. - "Blezzie" me miró extrañado.

-Vaya, quien lo diría... - paró el coche y vi que estabamos delante de una cafetería de 24 horas "


Moví la cabeza de un lado a otro, no podía ser. La policía no tardaría en llegar y yo tendría que decir todo lo que había pasado. Suspiré de nuevo y me levanté. 

- No se han llevado nada de mi habitación - mi hermana bajó.

-Esta bien, quizás tu hermana llegó a tiempo para que no se llevaran nada más - negó con la cabeza - Lo que me resulta extrañó es que la alarma no haya sonado. 

-Quizás está fallando - me encogí de hombros. 

-Tú fuiste la última en salir de casa - dijo mi hermana mirando la alarma. - ¿La pusiste?

-Si - dije segura.

-¿Y si no la pusiste bien? - mi madre puso los brazos en jarra. Oh venga ya, ahora que robaran sería mi culpa. 

-La puse bien - rodé los ojos. 

-¿Estás segura? 

- Que si, mamá - jadeé. 

- Lo que no entiendo es cómo supieron que ese cajón se abría - mordí mi labio inferior. Ups. 

-Serán profesionales, mamá - me encogí de hombros. Aunque le dijeran que me habían apuntado con un arma para que le dijera donde estaban las joyas, ella hubiera puesto el grito en el cielo al saber que yo había sido la culpable de que ellos descubrieran el cajón.


Twitter : @desirealba / @desirefanfic #Breathe

No hay comentarios:

Publicar un comentario