Breathe

Breathe

Breathe

Breathe

jueves, 26 de diciembre de 2013

Capitulo 6





"-¿Ahora te pondrás detrás de mí y me enseñarás a jugar? - ¿Quieres que lo haga?"

Respiré hondo una última vez e intenté que no se me notara nerviosa. Mi madre era de las que median las reacciones y sabía si estaban mintiendo o no. Justin me habia llamado para que fuera a recoger el coche por la tarde. Asi que me relajé e intenté actuar natural.

- Mamá - entré en la cocina donde ella estaba haciendo un bizcocho.

- ¿Mmmm? - dijo concentrada en lo que estaba haciendo.

- Jane va a pasar a recogerme, tengo que ir a recoger el coche al taller.

- ¿Ya lo han arreglado?

- Si, han resultado ser muy eficaces. - ella se giró para mirarme.

- Bueno... esta bien, pero no quiero que tardes - me señaló con el dedo. Negué con la cabeza y sonreí.
Después de enviarle un mensaje a Jane para que viniera a buscarme. Me puse la ropa que me había llevado toda la mañana pensando mientras estaba en clase. Unos pantalones vaqueros negros con un jersey blanco roto y unas botas altas con un poco de tacón.

Me maquille un poco mientras que Jane no dejaba de enviarme mensajes diciendome que estaba fuera esperandome, que no tardara. Cogí mi bolso/mochila negro y eché todo lo necesario.

- Mamá, me voy.

-Está bien, no tardes.

-¿Donde vas? - Ashley asomó la cabeza desde la cocina.

- A recoger el coche al taller.

- Y... ¿Para que te arreglas tanto? - fruncí el ceño y me miré.

- Voy a salir a la calle, es normal que me arregle. - me encogí de hombros y me puse mi abrigo. Ella me miró entrecerrando los ojos y me fui antes de que pudiera decir algo más. Caminé rápido hasta el coche de Jane y me sentí asalvo cuando estuve dentro.

- No puedo creer que mi mejor amiga/hermana vaya a quedar con un chico - sonrió. - He estado contigo en tu etapa de "soy horrible, nadie me quiere" Y parece que ya estas superando esa etapa.

-Si, bueno... - mordí mi labio nerviosa.

- ¿Nerviosa? - ella me miró de reojo.

- Si - admití.

- Bueno, no lo demuestres frente a él - respiré hondo. - ¿Que edad tenía?

- Veinte.

- Wow! Dos años mayor que nosotras. Te envidio chica. - me guiñó un ojo.
Llegamos al taller y Justin estaba esperando en la puerta. Llevaba unos pantalones vaqueros y una chaqueta de cuero negra. Respiré hondo y miré a Jane.

- Suerte - me sonrió.

- Gracias - bajé del coche y me colgué el bolso. Me dirigí hacia él mientras este me miraba. Respiré hondo e intenté ignorar que mi vientre tiraba en todas direcciones. Justin sonrió cuando me acerqué a él. Caminó hacia mi acortando la distancia que quedaba entre nosotros.

- Hola - le sonreí.

- Hola preciosa - él me sonrió para después poner su mano en mi cintura y besar mi mejilla. Se separó de mi. - Toma - se sacó algo del bolsillo y pude ver que eran mis llaves.

- Gracias - le sonreí. - ¿Cuanto es?

- Eso tienes que hablarlo con Tom - dijo señalando hacia dentro.

- Vale - entré siguiendo a Justin.

- Tom - Justin llamó su atención. - Ella quiere la factura - me señaló.

- Claro - él me hizo una seña para que lo siguiera. Seguí a Tom hacia la oficina y lo vi coger un papel. Lo miré y saqué lo que había que pagar de mi cartera.

-Muchas gracias - dijo él.

- A ti - le sonreí y salí de la oficina seguida por Tom.

- ¡Pasadlo bien chicos! - se despidió de nosotros.

- Venga, vamos - Justin me hizo una señal con su cabeza señalando su coche. Guardé la cartera en el bolso y lo seguí.

- ¿Donde vamos? - le pregunté. Él me abrió la puerta del copiloto.

- A un sitio - me sonrió.

- Oh bien, me estaba preocupando - dije entrando en el coche. Justin rió y cerró la puerta. Mordí mi labio nerviosa y me puse el cinturón. Él se montó y después de ponerse el cinturón arrancó.

- ¿Puedo poner la radio? - le pregunté. Era una forma de evitar silencios incómodos.

- Claro - la encendí y una canción que desconocía empezó a sonar. - ¿Que hiciste esta mañana?

- Fui a la universidad.

- ¿Que estudias?

- Derecho.

- ¿Derecho? Pensé que estabas estudiando algo relacionado con la fotografía - negué con la cabeza.

- Mi madre quiere que estudie derecho.

- ¿Tu no quieres? - me miró.

- Bueno... No es que me haga mucha ilusión la verdad - me encogí de hombros.

- ¿Y no se lo has dicho a tu madre?

- Claro que sí, pero ella piensa que la fotografía no vale la pena.

- Mmm... ¿Traes la cámara?

- Si, ¿Por qué?

- Me gustaría que me enseñaras algunas de tus fotos.

- Claro.

- Así que... ¿Ella quiere que seas la hija perfecta?

- No exactamente, Ashley - lo miré para verlo asentir - Es la hija perfecta. Yo soy la hija defectuosa.

- ¿Por qué eres defectuosa? - frunció el ceño.

- Bueno - puse el dedo .... en la punta de mi nariz - dado que yo soy todo lo contrario a mi hermana, soy la defectuosa, teniendo en cuenta que mi madre que no quería otra hija.

- Vaya, eso es bastante triste. - asentí. - Pero aún no entiendo por qué eres defectuosa.

- Porque no soy como ella quiere que sea, siempre he vivido a la sombra de la perfección de mi hermana. Siempre ha sacado notas más altas que yo, ha sido la que ha llamado más la atención...

- ¿Que está estudiando?

- Medicina.

- Vaya... Aunque sacar la nota para Derecho tambien es dificil. Tuviste que sacar una buena nota.

-Si...

- Tienes que tener en cuenta que la perfección aburre y no es interesante. - sonreí al escuchar lo que le dije ayer a Jane.

- Me alegra oir eso - dije sin quitar la sonrisa de mi cara.

- Venga, vamos - dijo saliendo del coche. Miré a mi alrededor y vi que ya habíamos llegado. Salí del coche.

- ¿Donde estamos? - le pregunté.

- No hemos salido de Toronto. - abrí los ojos impresionada.

- ¿En serio? Sorprendente. - Justin sonrió y cogió mi mano. Sentí su mano sujetando la mia y sentí una corriente electrica. Paramos frente a un bar que tenía unas luces de neon ahora apagadas.

- ¿Fuman dentro? - tiré de su mano para que no entrara.

- Mmmmm.. No lo se - él soltó mi mano y abrió la puerta del bar. Se asomó y salió.

- No hay gente fumando, ¿Por qué?

- Soy asmática.

- Oh, si quieres podemos...

-No - tiré de él. - Podemos entrar si no hay humo - tiré de él y abrí la puerta del bar.

- Vamos a aquella esquina - dijo señalandome un rincón. Asentí. El bar estaba un poco oscuro, alumbrado con luces tenues.

- ¿Que quieres de beber?

- Una coca- cola - él asintió y fue a pedir mientras yo me dirigía a la pequeña mesa redonda y me sentaba. Dejé mi bolso a un lado y golpeé con mis uñas la mesa mientras esperaba. Lo vi esperando a que el hombre le diera las bebidas. Me fije y me pregunté que había visto él en mi, pensé que el saldría corriendo pensando que estaba loca al querer acabar con todo.

- ¿Que pensabas? - me di cuenta que me había quedado mirando a la nada pensando.

- Nada importante - le sonreí y bebí de mi coca-cola.

- ¿Quieres que juguemos al billar? - me preguntó señalando una mesa de billar que había al otro lado.

- Claro.

- Coge tu bebida y vamos - me colgué mi bolso,cogí mi coca-cola y lo seguí. La mesa estaba alumbrada por una lámpara colgada del techo. Dejamos las bebidas y mi bolso en una mesa que habia al lado. Me quité mi abrigo dejandolo en una silla y Justin se quitó su chaqueta quedandose con una camiseta negra de mangas negras.

Justin echó una moneda y las bolas salieron. Él las puso en el centro de la mesa, dentro de un triangulo, dejando la bola blanca fuera.

- Toma - me dio un palo, o mejor dicho, un taco. - ¿Empiezas?

- Prefiero que empieces tú - le sonreí. Tenía que fijarme en como se cogía esto. Justin quitó el triángulo dejandolo a un lado.  Puso la bola blanca y se posicionó para tirar. Le dio a la bola blanca y todas las bolas salieron dispersadas por la mesa, incluso metió dos.

- Tu turno. - Lo miré y busqué la bola blanca. Caminé hacia el otro lado de la mesa e intenté coger el palo como él lo había hecho antes. Fracasando en el intento.

- No se coger esto - reí.

- ¿Quieres que te enseñe?

- ¿Ahora te pondras detrás de mí y me enseñaras a jugar? - alcé una ceja.

- ¿Quieres que lo haga? - alzó tambien una ceja y me miró intensamente. El aire se quedó atrapado en mi garganta.

"Tienes que decir algo" me recordó mi mente.

- Creo que puedes enseñarme sin ponerte detrás de mí ¿No?

Justin sonrió y se puso a mi lado con su palo. - Bien, tienes que cogerlo así - él volvió a ponerse en posición e imité sus manos. - No, este dedo - dejó el palo encima de la mesa y señaló mi dedo indice. - Tiene que... - lo movió el dedo poniendolo bien. - Y esta mano - movió mi mano. - Es más atrás. Bien, ahora desliza lentamente el palo entre tus dedos. - asentí. Me puse en otra posición para darle a la bola roja para intentar meterla. Mordí mi labio y cuando fui a darle el palo fue en otra dirección y no le dio a la bola blanca.

- Oh venga - bufé molesta pero sin moverme de la posición. Justin soltó una carcajada.

- Un poco de puntería, pequeña pingüino. - rodé los ojos y fui a darle otra vez, concentrandome, deslicé el palo entre mis dedos dandole a la bola blanca, esta le dio a la roja y la metí. Sonreí.

Justin me sonrió y se puso de nuevo para darle a la bola blanca. Cuando me tocó tirar a mi puse las manos como me había dicho antes - ¿Puedo coger tu cámara? - me preguntó.

- Si - dije colocandome. Un flash saltó. Miré a Justin que tenía mi cámara en sus manos y apuntaba hacia mi. Entrecerré los ojos y él sonrió mirando la foto que había echado. Lo ignoré y tiré, no metiendo ninguna.

- Bien, me toca - Justin me dio la cámara y ahora fue mi turno de sacarle una foto. Él se puso en posición y yo me puse en posición para sacarle una foto. Él lamió sus labios concentrado y eso fue lo más sexy que he vi en mi vida, sin contar a Channin Tatum sin camiseta. Saqué la foto antes de que él sacara. Miré la foto y sonreí.  - ¿He salido bien? - Justin estaba a mi lado mirando la foto.

- Si - miré hacia arriba para mirarlo. Él sonrió.

- Hagamonos una foto juntos.

- Hazla tú, mis brazos son demasiado cortos - él rio entre dientes mientras cogía mi cámara. Se bajó un poco para sacarnos la foto. Apuntó la cámara hacia nosotros y la sacó. Después la miró. - Que horrible - murmuré mirando mi cara.

- ¿Que? Claro que no - negó con la cabeza.

Ni que decir que Justin ganó al billar. - Se me hace tarde - dije mirando mi reloj.

- ¿Tan temprano tienes que recogerte? - dijo mirando su móvil.

- Bueno, mañana tengo que ir a la universidad - dije cogiendo mi abrigo y poniendomelo.

- Es cierto - se puso su chaqueta. Me colgué mi bolso y salimos del bar. Ya era de noche, sabía que me regañarían cuando llegara a casa, pero no me importaba. Valía la pena haber pasado esta tarde con él.
Justin cogió mi mano y caminamos en silencio hasta el coche. Abrió la puerta del copiloto y entré. Guapo, simpático, atento... ¿Algo más?

Justin se montó y arrancó poniendo después la calefacción.

- ¿A parte de acosarme que más te gusta? - me preguntó.

- Yo no te acoso - reí.

- Oh vamos, admítelo.

- No puedo admitir algo que no es cierto. Además, yo tambien podría preguntarte lo mismo.

- Yo no te acoso. Tu fuiste la que me encontraste en el parque y en el taller.

- Y tu el que me encontraste en el puente y en el centro comercial - le sonreí.

- Mmmm...¿Estamos empate entonces?

- Estamos empate. - Justin sonrió.

- ¿Te lo has pasado bien? - Justin aparcó en doble fila atrás de mi coche.

- Si, gracias.

- No tienes que darlas. - lo miré y mordí mi labio. - Te llamaré para quedar otro día.

- Claro - quité mi cinturón - Gracias - fui a abrir la puerta pero el cogió mi mano.

- ¿Y mi beso? - dijo con su voz ronca. Mi corazón empezó a bombear tan fuerte contra mi pecho que pensé que se saldría.

- No suelo besar en la cuarta cita - lamí mis labios.

- Esta es nuestra quinta cita, no contaste cuando nos vimos en el taller. - tiró de mi mano con cuidado y su otra mano la puso en mi mejilla. Acercó sus labios a los mios y los movió. Me quedé parada, este era oficialmente mi primer beso y no sabía que hacer. Así que moví los labios en sincronía con los suyos. Puse mi mano en la muñeca de la mano que estaba en mi mejilla. Sus labios eran suaves y sinceramente, por mi, me llevaría toda la noche besandolo. Mi vientre tiraba en todas direcciones, y supuse que eran debido a las mariposas que sentía cuando estaba con él.

Nos separamos y aún a centímetros Justin pasó un dedo por mi labio inferior y tiró de él hacia abajo mientras él lamía sus labios. - Ten cuidado - dijo separandose de mi.

- Si - dije un poco confusa, nerviosa y contenta. Abrí la puerta. - Adiós.

- Adios pequeña pingüino - sonreí al escuchar mi mote. Cerré la puerta y me dirigí a mi coche mientras buscaba la llave en mi bolso. Los luces del coche de Justin me alumbraban. Abrí la puerta y sin mirarlo me metí en mi coche. Respiré hondo y me di cuenta de que él estaba esperandome. Así que arranqué y salí del aparcamiento directa a casa.


Twitter : @desirealba / @desirefanfic #Breathe

No hay comentarios:

Publicar un comentario